McDonald's. Máxima transparencia.

Todo empezó en el mes de marzo cuando nos apuntamos al programa Testigo de Calidad 2012 porque queríamos comprobar, en vivo y en directo, que todo lo que cuenta Mcdonald's sobre la calidad de sus productos es pura realidad.


¿Quién no tiene curiosidad por saber qué es lo que realmente se está llevando a la boca?
El programa incluye cuatro visitas diferentes que recorren las instalaciones de todos sus proveedores como la lechuga, el pan o la carne.

 

¡Y a nosotros nos tocó la carne!


La finalidad de McDonald’s con este programa es mostrar la máxima transparencia a todos sus consumidores para desmontar todas las teorías que atacan de lleno a sus productos y ofrecerles la oportunidad de conocer el origen y elaboración de la carne 100% vacuno de sus hamburguesas sin añadir aditivos ni conservantes, los estándares de calidad y seguridad alimentaria que se siguen en los procesos, en los ingredientes utilizados y en los métodos de producción, transporte, manipulación y servicio.


¡Y qué mejor forma de hacerlo que involucrando a sus consumidores reales!


Os podemos asegurar que merece la pena realizar la visita porque esa calidad y esa transparencia te la demuestran desde el momento en el que te montas en el autobús rumbo Toledo (asientos de cuero incluídos).


En McDonald's tienen un gran grado de responsabilidad. Le dan de comer a muchísimas personas y, por eso, no se permite ni un fallo en ningún momento. Los productos y los procesos son de máxima calidad.

 

¡Son super exigentes! ¡Saben que juegan con la vida de las personas!


Y comienza la aventura…
A las 10.30 de la mañana ya estábamos todos en el bus. Éramos unos 30 consumidores procedentes de Madrid y Andalucía, deseosos de llegar a Toledo para ver si es verdad que Mcdonald’s no tiene nada que esconder.


Nos dividieron en dos grupos: primero unos a una charla informativa por parte de personal del Departamento de Comunicación de Mcdonald’s junto con trabajadores de OSI Food Solutions en la que nos hablaron de la calidad de la carne, de dónde procede ésta, las medidas de control, seguridad y sanidad, etc. y de todo lo que a continuación veríamos dentro y, mientras, el resto visitaba las instalaciones.


Como ya os hemos comentado, la calidad la teníamos delante desde el primer momento: fue una gran sorpresa cuando, al llegar a la sala donde teníamos la charla, hubiera cafés, zumos, aguas, pasteles, etc.

 

¡Genial detalle para hacer todo más ameno y matar el gusanillo a esas horas!


Si tuviéramos que definir en una frase todo lo que vimos y aprendimos en ese día sería “de la granja al restaurante”. Se puede resumir en las siguientes ideas:

 

  • McDonald’s lucha por la calidad alimentaria. Afirman que la comida rápida no tiene que afectar a la calidad alimentaria, ambas son totalmente compatibles.
  • Están 100% tranquilos con la calidad de sus productos pero, debido a los ataques ya recibidos, decidieron hace 4 años empezar este programa para ganar la confianza del consumidor, que es quien realmente les importa.
  • Al principio, no tenían pensamiento de que el programa fuera perdurable en el tiempo pero, como los consumidores salían tan satisfechos, decidieron ampliarlo.
  • Mcdonald’s es la primera cadena de restauración que ha recibido este año la Q de calidad.
  • Los consumidores tienen que tangibilizar esa calidad, no bastan campañas de publicidad.
  • OSI tiene 47 plantas a nivel mundial, 27 de ellas se dedican a productos de McDonald’s y en España se dedican 100% a ellos. 
 

¿Y qué pasa dentro?
Nos tocó el día dedicado a la elaboración de las hamburguesas de vacuno que llevan el Big Mac y la hamburguesa del Happy Meal, más o menos un millón de unidades.


Todas las hamburguesas de Mcdonald’s usan las piezas de vacuno del cuarto delantero y de la falda porque una tiene más grasa que la otra y, mezcladas, dan lugar a la calidad perfecta y necesaria.


Muchos os preguntaréis:

¿qué le echan a la carne para que todas sean iguales?

 

Y nosotros os podemos asegurar que…

¡NADA! Pudimos testearlo nosotros mismos en nuestros paladares.


Todas tienen la misma carne pero cada una de ellas está hecha con su propio molde, con distinto grosor y tamaño. No se les echa ningún tipo de aditivo ni aceite, ni sal, ni especias, etc. Las colocan en la plancha y, cuando éstas llegan a una temperatura de 70º, es cuando están listas y ya las condimentan.

 

Recordad:

¡Son condimentadas una vez cocinadas en el restaurante!


Además, de cada lote de producto se hace un test de cocinado: en las mismas instalaciones donde están todas las máquinas, tienen una cocina idéntica a la de los restaurantes donde evalúan aspectos como el color, el sabor, la jugosidad, etc.


El funcionamiento de la planta de elaboración es muy sencillo: cuando llegan los contenedores de la carne, los vuelcan y los revisan al 100%: que sean esas piezas, que no tengan desperfectos, controlan temperatura, documentación, inspección visual y toma de muestras.


Después del volcado y la revisión, la carne pasa por la picadora, luego por los moldes, por unas cintas donde se autocongelan, por el detector de metales y las envasan.

 

OSI Food Solutions


El tema del detector de metales es muy curioso: lo hacen porque puede haber caído un trozo pequeño de metal en algún momento o, por ejemplo, la vaca se ha podido comer algo mientras pastaba.

 


Después de la jornada, todas las noches las máquinas se desmontan, se limpian y desinfectan. Tienen personal específico para este trabajo. Además, los trabajadores llevan una vestimenta especial que nosotros también nos tuvimos que poner.

 

 

En todo momento hay una higiene máxima desde que entras (los trabajadores no pueden llevarse los monos del trabajo a casa para evitar la contaminación e,incluso, tienen dos salas especiales para cambiarse de ropa: en una entran con ropa de la calle donde se la quitan y, de ahí, pasan a la “sala blanca” donde se ponen la ropa del trabajo. A la salida, realizan el proceso contrario) hasta que sales:

 

¡Pasas por un pasillo elevado donde te limpian las suelas de los zapatos!

 


¿Y qué pasa cuando las hamburguesas llegan al restaurante?
Éstas van perfectamente envasadas con doble etiqueta de fecha de caducidad y estas cajas llegan a manos del gerente el cual tiene que tomar la temperatura del producto para ver si es correcto. Luego, las almacenan en cámaras frigoríficas ya que se deben cocinar ultracongeladas.

 

Y para terminar…
Después de la visita, nos invitaron a comer a uno de sus restaurantes. La verdad que ya conociendo cómo funciona todo...

 

¡Te sabe todo más sabroso!


Llegamos a Madrid muy contentos, pasamos un día genial y fue una experiencia increíble.

 

¡Os animamos a todos a que vayáis y os convirtáis por un día en Testigos de Calidad!

¡Tenéis hasta el 30 de junio! ¡Merece la pena!


Desde aquí queremos dar las gracias a todas las personas encargadas de llevar a cabo este programa.

 

¡Nos encantaría repetir!
¡Aún nos quedan por conocer todo sobre las lechugas o el pan!