Amazon, la marca más valiosa del mundo, continúa trabajando en su afán por hacer más fácil la vida de los consumidores, ahorrarles tiempo y facilitar el pago.
Después de lanzar el revolucionario supermercado sin línea de cajas o sus controvertidos avances en tecnología de reconocimiento facial, ahora el gigante del e-commerce está probando un nuevo método de pago: el escaneo de la mano en cuestión de milisegundos.
De momento la prueba se limita a sus oficinas de Nueva York. Los empleados de Amazon están empezando a pagar en las máquinas expendedoras de la compañía escaneando su mano, según apunta el New York Post.
El siguiente paso sería exportar este método, que en código se conoce con el nombre de “Orville”, a las tiendas Whole Foods de todo Estados Unidos.
El funcionamiento es sencillo y revolucionario: los usuarios deben poner sus manos sobre un escáner especial que usa visión por ordenador y geometría de la mano, para identificar la forma y el tamaño únicos de cada una. Para hacerlo, los clientes de Amazon Prime deberían ir antes a las tiendas para que sus manos sean capturadas y vinculadas a su cuenta.
Entre sus principales ventajas está la velocidad de pago. Si de media una transacción típica con tarjeta de crédito puede tardar entre tres o cuatro segundos, la nueva tecnología de la compañá de Jeff Bezos puede procesar el pago en menos de 300 milisegundos.
El concepto de geometría de la mano ya fue desarrollado y patentado en 1985, según la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos. Compañías como Walt Disney World lo han usado durante años para agilizar la entrada a sus parques. A ella se une Amazon, compañía que además está trabajando por mejorar su precisión, ahora situada en una diezmilésima del 1%, para dejarla en una millonésima parte del 1%.