La facturación y el tamaño del mercado son las principales motivaciones de la presencia en China para las empresas españolas

  • El Foro de Marcas Renombradas y el ICEX han analizado la presencia de las compañías en el mercado asiático
  • El desconocimiento del mercado, la normativa y las medidas de la pandemia son consideradas como barreras
La facturación y el tamaño del mercado son las principales motivaciones de la presencia en China para las empresas españolas

La entrada en el mercado chino es un proceso que contribuye al crecimiento de los negocios que optan por la internacionalización en esta región, aunque plantea desafíos por la presencia de importantes barreras, tanto culturales como regulatorias. Es por ello que las compañías que han apostado por China ha requerido de socios y trabajadores locales, o se han apoyado en alianzas con otras empresas con experiencia en dicho mercado. 

Así lo establecen los resultados el estudio “La empresa española en China. Perspectivas y desafíos”, elaborado por Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) y el ICEX España Exportación e Inversiones para conocer la experiencia y situación de las empresas españolas que operan actualmente en China y comprender los retos a los que se enfrentan. 

Para su realización, se han realizado encuestas a 136 compañías, de las que más de la mitad tiene una experiencia de más de 10 años en este mercado. Concretamente, el 73,8% de las empresas de la muestra operan en la industria manufacturera y el comercio. Además, se ha tenido en consideración la opinión de consultores y analistas de mercado, así como los testimonios de empresas con años en el mercado, como Melía Hotels International, Indra, Caixabank o Grupo Osborne. 

El 83.46% de las empresas de la muestra tienen presencia exportadora, comercializadora o productora 

La empresa española en China

La presencia o intereses de las empresas españolas en China puede darse por distintas vías, desde el aprovisionamiento hasta el desarrollo del proceso productivo en el país asiático. Según el informe, el 83.46% de las empresas de la muestra tienen
presencia exportadora, comercializadora, productora o a través de otros canales, frente a un 16.54% que no opera en China por esas vías. Concretamente, el 61,4% apuestan por las exportaciones el 19,3% por la implantación comercial, y el 6,1% por la implantación industrial. 

Desgranando los datos, las exportaciones se producen principalmente a través de un agente local, distribuidor o importador (93%), mientras que la exportación a través de canales online es muy poco frecuente (7%). Por su parte, las que optan por desarrollar una implantación comercial in situ, el 45.5% de ellas lo hacen a través de una empresa de propiedad totalmente española, un 18.2% a través de una empresa mixta y el 36.4% mediante una oficina de representación. Asimismo, las que se decantan por una implantación industrial y producir allí, optan mayoritariamente (71.4%) por que la
empresa sea totalmente española frente a la opción de una empresa mixta (28.6%).

En lo que respecta a la madurez de la presencia en China, la mitad (50,8%) de
las compañías que operan en este mercado lo hacen desde hace más de 10 años. El
porcentaje llega a prácticamente las tres cuartas partes si consideramos
relaciones comerciales o industriales de más de 5 años. Poco más de una cuarta parte (26,6%) de las empresas tienen una relación más reciente con China, de menos de 5 años.

Razones, motivaciones, dificultades y barreras de la presencia en China

El análisis destaca que la facturación que se genera en este mercado (48,8%) es la principal razón que arguyen las empresas para su presencia en China, seguido del aprovisionamiento (19.5% de las empresas lo seleccionan con el factor de mayor relevancia), y los contactos con socios, clientes y proveedores (17.1%). La imagen y prestigio para la compañía solo es señalado por el 5,7%, aunque existen diferencias ente las empresas dependiendo del tipo de operativa en dicho mercado. 

Por otro lado, en lo que respecta a las motivaciones, el 71% de las empresas encuestadas señalan que el motivo principal por el que querrían tener presencia en el país asiático, o impulsarla si ya la tienen, está relacionado con que China es el mayor mercado interno del mundo y, por tanto, supone un enorme potencial de negocio. Por su parte, la percepción favorable del consumidor chino al producto importado supone otra motivación (20%). 

No obstante, llegar a explotar las posibilidades de negocio que ofrece este mercado requiere sortear una serie de dificultades y barreras. Según el informe, el 38,7% de las empresas españolas participantes en la investigación consideran que la mayor dificultad que enfrentan son los problemas de acceso a este mercado, a lo que hay que añadir las medidas logísticas derivadas del coronavirus, señalado por otro 30% de ellas como dificultad adicional. No obstante, la protección de derechos de propiedad industrial e intelectual (8,9%) o el tratamiento discriminatorio (3,2%) también aparece entre las dificultades. 

En lo que respecta a las barreras a la hora de generar o potenciar la presencia en China, las compañías apuntan al desconocimiento del mercado chino, las medidas restrictivas derivadas de la pandemia y la normativa legal de dicho mercado, todas ellas con 22,4%, como las principales. En menor medida, se mencionan las barreras administrativas (6,1%) como impedimento para operar. 

El impacto del coronavirus y sus medidas

La pandemia ha impactado en las relaciones comerciales dentro y entre los países,
así como el modo en el que estas se desarrollan. En lo que respecta a la presencia en China, las organizaciones españoles consideran que el principal efecto de la crisis sanitaria ha sido la restricción a la movilidad, que ha provocado que el personal esencial para el negocio en este país no haya podido desplazarse allí (39,3%). Asimismo, también destacan la interrupción en la cadena de suministro (19,6%) y la reducción o el retraso en la producción (14,3%). 

En líneas generales, el 74,3% entienden que la crisis sanitaria ha supuesto una reducción en sus planes comerciales o de inversión o un retraso de los mismos. En esta línea, un 46,4% de las empresas reportan tener expectativas de disminución de las proyecciones de ingresos anuales debido a la pandemia, aunque más del 30% señalan que es demasiado pronto para realizar una predicción sobre el impacto del coronavirus. 

Sin embargo, la emergencia sanitaria no es lo único que ha afectado o está afectando a la presencia de las compañías españolas en China. Esta también se ve amenazada actualmente por un contexto económico determinado por la inflación y un clima social y político marcado por la guerra en Ucrania, lo que lleva al 55.44% a manifestar
haber hecho cambios en su estrategia en el mercado chino y a aproximadamente el 90% a situar el impacto entre importante y muy importante. 

Desafíos a futuro y factores de éxito

El estudio de Foro de Marcas Renombradas Españolas e ICEX también ha preguntado a las empresas españolas con presencia en China cuáles consideran que son los principales retos que tendrán que afrontar en el futuro, más allá de la situación sanitaria y geopolítica. En este sentido, los cambios regulatorios (21,6%), la identificación de los sectores de oportunidad (19,4%) y la evolución de las relaciones con sus socios internacionales (16,4%), son los percibidos como más relevantes en los próximos años. 

Por otro lado, las empresas también han sido encuestadas en relación a los factores que consideran que han desempeñado un papel clave en su éxito en el país asiático. El 33% han destacado la calidad de los bienes y servicios que ofrecen, frente al 21,3% que han señalado los socios y alianzas de la compañía o el 16,5% que han indicado la marca. La adaptación a la cultura china, los precios competitivos o la tecnología son factores menos mencionados. Con todo, el 68,4% de las empresas perciben su origen español como una fortaleza.

En último lugar, las compañías han reflexionado sobre los apoyos y la ayuda que necesitarían para crecer y desarrollarse en China. Así, destaca la necesidad que perciben de que la Administración haga promoción de la marca España (29,4%), así como apoyo para identificar oportunidades de negocio (22.8%) o socios (17.6%). El apoyo financiero solo es señalado como el principal por parte de la Administración por el 13% de la muestra. 

Junto a estos datos, el informe recoge también las valoraciones e impresiones cualitativas de las organizaciones participantes, destacando una serie de aprendizajes y conclusiones. Entre ellas, destacan: 

  • China supone una curva de aprendizaje dura y larga, que requiere paciencia y confianza  en el equipo local
  • La necesidad de tener un buen socio local que entienda el negocio y la importancia de la marca
  • La importancia de comprender el marco regulatorio en un contexto de creciente competencia local
  • El valor de la estrategia de medio y largo plazo para superar las diferentes trabas
  • La importancia del canal online, las redes sociales y de los directivos locales
  • La necesidad de integrar la cultura china y establecer alianzas estratégicas y desarrollar I+D autóctona

Más info.: La empresa española en China. Perspectivas y desafíos