El Gobierno del Partido Popular se opone a la vuelta de la publicidad a TVE. Así se lo ha hecho saber el ministerio de Industria a los gestores de RTVE, que proponían una medida intermedia entre la situación actual y la anterior a la decisión de no emitir publicidad.
La propuesta de la televisión pública reclama la posibilidad de emitir un máximo de cinco minutos de publicidad por hora, excepto en horario de prime time. Una medida moderada que supone menos de la mitad de los 12 minutos de publicidad que las cadenas privadas pueden emitir como máximo por ley.
A pesar de esto, el plan podría suponer unos 100 millones de euros al año para las arcas de la televisión pública, así como una oportunidad de oro para sanear sus cuentas y lograr el equilibrio presupuestario.
Las televisiones privadas, molestas con el Gobierno
Una propuesta que preocupa especialmente a las cadenas privadas, que ven como TVE podría volver a recortar su cuota de clientes publicitarios. La situación es complicada porque, además, las televisiones privadas tienen que abonar un 3% de sus ingresos brutos para financiar la televisión pública.
La relación, ya de por sí tirante, entre televisiones privadas y Gobierno tuvo otro momento álgido cuando desde el Ejecutivo se ordenó el cierre de varios canales de TDT el pasado año. La medida no gustó nada, pero en 2015 se volvió a abrir el concurso y varios de los grupos afectados volvieron a ganar canales.
Es por esto que el ministerio de Industria ha declarado su intención de mantener el statu quo actual y no dará vía libre a la vuelta de la publicidad a TVE al menos durante lo que queda de año.
Así pues, por el momento sólo veremos patrocinios deportivos y culturales en lo que se refiere a publicidad en TVE. Una fórmula que funciona en parte, pero que no es capaz de sufragar los más de 113 millones de déficit que acumula anualmente la cadena.