La tecnología tenía un rol en el hogar que ha cambiado en los años más recientes debido a los últimos avances. Mientras que la televisión tenía un poder similar al del fuego en las primeras generaciones de la especie humana al conseguir agrupar a la gente y fomentar las relaciones sociales entre ellos, la profileración de pantallas ha provocado el efecto contrario: más que unirnos, nos está separando.
Sobre esta idea ha girado la ponencia de Pablo Torres, Strategic Planner de Arena Media Barcelona, en la VI edición de Arena Tech&Trends “R E C O N F I G U R A D O S: Procesando una nueva versión del ser humano”.
"El día sigue teniendo 24 horas y si más de 5 las pasamos conectados a Internet estamos sacrificando el formato tradicional de las relaciones”, ha asegurado Pablo. Se genera, por tanto, una tensión entre el hogar y las relaciones sociales.
La hiperconectividad ha cambiado nuestra percepción de la tecnología. El 44% de la gente ya afirma que las pantallas son fuente habitual de conflictos y motivo de preocupación en casa, mientras que el 74% opina que la tecnología no les ha unido más.
Un insight que ha llevado a Pablo Torres a preguntarse qué pasaría si eliminamos las pantallas, pero seguimos usando la tecnología a través de hologramas, por ejemplo para comunicarnos. "¿Recuperaríamos entonces la percepción de la tecnología no como una barrera en las relaciones sociales sino como algo que las pueda fomentar?"
Al fin y al cabo, se trata de dotar de un toque humano a la tecnología para no verla como una barrera. Y uno de esos toques humanos es la voz.
En la era post-smartphone, en la que se estima que el 30% de las búsquedas ya serán con dispositivos sin pantalla en 2020, hemos pasado de invitar a la tecnología a casa para hacer uso de ella cuando queremos, a dejar que entre a vivir con nosotros a través de los smart speakers o altavoces inteligentes. “Ahora su rol es más protagonista en el hogar y está dotada de una capa emocional que se genera a través de la voz y nos conecta más con la máquina”, ha asegurado Pablo Torres.
En este contexto: ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar?
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Con este ejemplo, ha recordado que debemos ser responsables con el data y la intimidad que cedemos a un dispositivo que nos está escuchando las 24 horas. Citando también a la película “Her”, el Strategic Planner de Arena Media Barcelona ha explicado que hemos dejado atrás una fase en la que hablábamos con la tecnología para entrar en otra en la que empezamos a mantener conversaciones con ella. “Los altavoces inteligentes pasarán a ser un compañero de piso o un miembro más de la familia que no se quejará y será 100% compatible con nosotros”.
Ha ido más allá al plantear que, si ya solo con la voz somos capaces de sentir ciertas emociones hacia las máquinas, qué pasaría si les empezamos a dar forma. "¿Tendrán derechos también estos robots inteligentes?"
Pase lo que pase, de momento, tenemos la posibilidad de "huir" y desconectar completamente de la tecnología. Por ahora, existe el botón del off. "No sabemos si en un futuro seremos capaces de hacerlo"...