Orlando se ha aliado con El Laboratorio para lanzar su última campaña de publicidad, en la que las “trolas” que cuentan nuestros padres son las protagonistas. Concretamente, en el último spot se muestra a un niño hablando con su padre sobre una historia de fantasía en torno a su mascota y al por qué de su desaparición.
Una historia que el pequeño no termina de creerse igual que no se cree que el tomate frito con el que ha cocinado su padre sea Orlando, después de probarlo. Porque, tal y como afirma la marca en su campaña de diferenciación “solo el tomate frito Orlando sabe como Orlando”.
Y, ante eso, no hay “trola” que valga, ¿no?