La compañía de ropa para actividades al aire libre Patagonia, famosa por su compromiso medioambiental, cerró durante la última semana del año en Estados Unidos y Canadá. La medida benefició a la plantilla de todas sus áreas de actividad: oficinas, servicio al cliente, almacenes y tiendas, y se prolongó desde el 25 de diciembre al 1 de enero.
Roy Gellert, CEO de la compañía, comunicó públicamente la medida con un mensaje en LinkedIn
La decisión, que se tomaba por segunda vez después de haberla adoptado en 2021, la daba a conocer públicamente Ryan Gellert, CEO de la compañía, a través de un mensaje en LinkedIn.
El directivo recordaba que en 2021 se había decidido dar vacaciones pagadas a todos los empleados durante la última semana del año. “El propósito de la medida”, decía Gellert, “era proporcionar a nuestros empleados un descanso que necesitaban, y nuestros clientes fueron abrumadoramente generosos en relación con ello”.
A continuación comunicaba la decisión de hacerlo nuevamente este año y apuntaba la razón de ello:
Creemos en dar calidad de vida a nuestra gente.
Ryan Gellert (CEO de Patagonia)
El mensaje terminaba con un agradecimiento a los empleados y clientes, y a los colaboradores de la compañía en las múltiples actividades que esta lleva a cabo en pro de la conservación del medio ambiente.
El argumento de la calidad de vida se ha repetido en los perfiles sociales de la compañía y también los carteles que se colocaron en las puertas de las tiendas para anunciar el cierre.
La decisión de Patagonia llama la atención, sobre todo en el caso de las tiendas, pues obviamente la última semana del año, a pesar de que para entonces ya ha pasado el punto álgido de ventas de cara a la Navidad, no deja de ser un periodo de alto consumo.
Preservación de la naturaleza
En cualquier caso, el expresado compromiso por la calidad de vida es coherente con la implicación de la compañía fundada por Yvon Chouinard en 1973 en la preservación de los espacios naturales, que es otra forma de apostar por la calidad de vida.
Una muestra de ello es su compromiso de donar el 1% de sus ventas a este fin y, sobre todo, el hecho de que el pasado mes de septiembre Chouinard, junto con su esposa y sus dos hijos, decidiera donar la compañía, valorada en unos 3.000 millones de dólares, a la lucha contra la emergencia climática.
Chouinard dio a conocer, a través de una carta titulada “Earth is now our only shareholder” ("La tierra es ahora nuestro único accionista”), una decisión por la cual las acciones de la empresa han pasado a ser propiedad de un colectivo creado especialmente para la iniciativa y de una organización sin ánimo de lucro que destinará las ganancias que no se reinviertan en el negocio a proyectos y organizaciones enfocadas a la protección de las tierras salvajes, la biodiversidad y la defensa de la sostenibilidad.
