El comercio electrónico ya no es una moda pasajera.
El canal de venta online ha conseguido consolidar su posición de una manera asombrosa. Haciéndose cada día con una mayor cuota de mercado.
Los datos además así lo demuestran: a pesar de la crisis, el ecommerce es uno de los sectores que mayor crecimiento está experimentando.
Pero todavía queda mucho camino por recorrer para que el sector se encuentre en un estado más maduro. Y uno de los primeros tabúes contra los que hay que luchar es contra los prejuicios. En ciertos sectores de la población existen diferentes visiones del ecommerce que se separan de la realidad del sector y que hacen que mucha gente pueda tener una imagen errónea del concepto y de sus posibilidades.
El ecommerce no es mágico
Desde luego, vender a través de internet es posible y es una actividad que puede dar excelentes resultados (de hecho los está dando para muchas empresas). Esto no significa que con poner una tienda online el dinero vaya a “caer del cielo” ni nada por el estilo, sino que como cualquier negocio será necesario contar con un hueco en el mercado que nos permita conseguir hacernos con nuestra posición en el negocio e ir progresivamente ganando cuota de mercado. Al igual que los comercios tradicionales.
El ecommerce no consiste en vender humo
En el otro extremo, existe también un sector de la población bastante escéptico con el comercio electrónico, quien acusa al sector y a las empresas del mismo de estar generando una burbuja en torno a la venta online que realmente no se corresponde con la realidad del mismo. En ocasiones, es frecuente escuchar a “gurús” y/o escépticos afirmando que el comercio electrónico no funciona, que simplemente se está nutriendo de las expectativas de la gente si bien los datos del sector están diciendo otra cosa: con estrategia e innovación es posible vender online.
¿Qué se necesita para vender por internet?
Como para otras tantas cosas en la vida (o más bien dicho para todas) lo fundamental es la estrategia.
Antes de lanzarnos al comercio electrónico es necesario que planifiquemos, que analicemos el mercado para ver si realmente existe un hueco para nuestra empresa y que también valoremos con los recursos con los que contamos antes de lanzarnos a vender online.
Es necesario que, de antemano, conozcamos completamente el canal ecommerce antes de que tomemos la decisión, puesto que vender en internet va mucho más allá de tener simplemente la tienda online. Es necesario que tengamos en cuenta que para gestionar una tienda online hay que cumplir con ciertos requisitos legales, realizar una inversión en marketing, valorar cómo se va a hacer la gestión logística y del catálogo, la atención al cliente… En definitiva, si en ocasiones poner en marcha un negocio online puede ser más rápido que un negocio físico, no quiere decir que sea menos complicado. La planificación es fundamental.