El shockvertising está de moda

El marketing de guerrilla que se dedica a dar sustos a la gente ya tiene nombre: “shockvertising”. Pero entre quien dice que son vídeos falsos con actores y quien mira más allá de las visitas de YouTube, hay muchas dudas sobre su efectividad.

Lo de hacer anuncios virales a base de asustar a la gente ya se ha consolidado como una moda. La prueba es que ya tiene su propio nombre: “shockvertising”, que se traduciría como publicidad de shock.

 

Suelen ser acciones de guerrilla centradas en un objetivo: dar un susto de muerte a la gente para luego recopilar sus reacciones en un vídeo. Reconocemos que la viralidad de estos vídeos es altísima. Ver las reacciones de susto de la gente es tremendo y puede ser muy divertido.

 

La semana pasada vimos el ejemplo de #PubLooShocker, una acción de Leo Burnett para concienciar del peligro de beber y conducir. En cuatro días el vídeo tiene más de cuatro millones de visitas.

 

Pero hay opiniones muy críticas hacia el “shockvertising”. 

Por un lado, los que aseguran que son montajes y que los participantes son actores. 

Por otro, los que llaman la atención sobre la poca efectividad de estas acciones de marketing. 

 

Los vídeos virales se ven millones de veces, pero ¿realmente la marca consigue vender más?

 

La revista BuzzFeed ha recopilado varios ejemplos de “shockvertising” que no son tan efectivos como pretenden:

 

1. No te maquilles cuando conduces

 

Esta acción de “shockvertising” pretende hacernos creer que va a concienciar a las mujeres del peligro de maquillarse al volante.

 

 

“Un 22% de los accidentes en Mexico son causado s por mujeres”, dice el anuncio. De esto en realidad deberíamos entender que un 78% de los accidentes es causado por hombres, con lo cual las mujeres no parecen ser el problema...

 

Sin ninguna explicación más, la acción asume que este 22% de accidentes tiene algo que ver con el maquillaje. Pues no es muy lógico. Las mujeres no se maquillan cuando van por la autopista. Se maquillan en los semáforos, y lo más normal es que frenen la circulación y provoquen una serie de pitidos. Pocos airbags habrán saltado en la cara de una mujer conduciendo...

 

No hay aún cifras, pero es dudoso que los accidentes se hayan reducido en Mexico por esta acción. Es divertido ver como las víctimas chillan... pero eso no reduce los accidentes ni vende más coches mini.

 

 

2. El desastre de Dead Man Down

 

El ascensor es uno de los lugares estrella del “shockvertising”. Las víctimas se encuentran en un lugar cerrado y se ven obligadas a reaccionar. 

 

Uno de los vídeos más virales en este medio ha sido el asesinato en el ascensor, para promocionar la película “Dead Man Down”.

 

 

El vídeo tiene más de 6 millones de visitas, todo un exitazo. Pero la película ganó menos de 11 millones de dólares en estados Unidos, una cifra muy modesta. Por muy viral que sea el vídeo, no deja de ser publicidad. Y esos millones de visitas en YouTube se tienen que convertir en dinero en algún momento. Si no, no se puede considerar un éxito.

 

 

3. El Stress Project de Nivea

 

Para promocionar su gama de productos Stress Protect, Nivea ha realizado una serie de acciones de guerrilla con el objetivo de hacer sudar a la gente. Una de las más sonadas fue la que llevaron a cabo en un aeropuerto alemán:

 

 

En este caso, las críticas son por la veracidad de la acción. Cuesta creer que un aeropuerto haya permitido acosar así a los viajeros inocentes. Especialmente cuando un altercado público en un aeropuerto puede tener graves consecuencias de seguridad.

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