Ha dado comienzo 2024, un año que, probablemente, esté marcado por la consolidación de la inteligencia artificial generativa, la incertidumbre geopolítica y la emergencia climática. Pero también por el establecimiento de una nueva generación de individuos que está llamada a ser histórica, al ser una cuyos miembros han nacido con un internet totalmente consolidado, y que puede convertirse en la más grande hasta ahora, superando los 2.000 millones de personas. 

Esa es la estimación realizada por Mark McCrindle, un sociólogo australiano al que se le otorga la acuñación del concepto de la "Generación Alpha" y quien determinó sus límites. Señaló que esta nueva generación recoge a las personas nacidas entre 2010 y 2024, el año que acaba de comenzar, y suponen, en gran parte, hijos de millennials y predecesores inmediatos de la Generación Z. 

La generación online

Se trata de un conjunto de individuos nacidos plenamente en el siglo XXI. Los más mayores tienen 13 años y los más jóvenes llegarán a este mundo a lo largo de los próximos meses. Ya se han enfrentado a crisis climáticas y han atravesado una pandemia, pueden navegar por internet con absoluta naturalidad y consumir online con más facilidad que cualquiera de sus contemporáneos mayores. 

Es una generación que todavía no ha terminado de nacer -aunque los límites de las generaciones se encuentran en continúa revisión-, pero sus rasgos y características ya están transformando la sociedad y la economía. En este sentido, conocer aquello que los identifica y diferencia de generaciones anteriores, será clave para las marcas. 

Según recoge Axios, a la generación Alpha también se la conoce como “generación Ipad”, puesto que comenzaron a nacer al mismo tiempo que Apple inició la comercialización de estos dispositivos. A diferencia de generaciones anteriores, que contaban con Facebook como principal red social, los miembros de esta tienen TikTok como plataforma online de referencia. 

En este sentido, son personas totalmente nativas de las redes sociales y pueden llegar a tener acceso a un teléfono móvil propio a la edad de 9 años. En este sentidos, son grandes consumidores de contenido, concretamente de aquel en formato video y a través de smartphones. No obstante, debido a su edad, están familiarizados con el control parental sobre su uso de dispositivos y conexiones a internet. 

Asimismo, conviven desde edades tempranas con la inteligencia artificial, al contar con asistentes como Siri o Alexa tanto en los teléfonos móviles como en dispositivos para el hogar. En este sentido, no encuentran fricciones a la hora de relacionarse con nuevos desarrollos, como ChatGPT, que incluso emplean ya como herramientas de aprendizaje. Es más, McCrindle asegura que la generación Alpha no solo ha nacido con internet, sino en un mundo en el que los límites entre el ser humano y la inteligencia artificial comienzan a diluirse. 

Tecnológicos pero empáticos

Por otro lado, la pandemia ha forjado parte de sus características comunes, así como su comportamiento. El confinamiento por coronavirus determinó su estrecha relación con la tecnología y sus interacciones online: vieron a sus padres teletrabajar y asistieron a la escuela de manera virtual. Y esto, además, he generado, según apuntan diversos estudios, una brecha de aprendizaje en ellos, en comparación con otras generaciones, así como fricciones a la hora de construir conexiones y relaciones humanas y sociales.

Ninguno de los miembros de la generación Alpha es todavía mayor de edad, por lo que, en la mayoría de mercados, no tiene edad para trabajar, pero sí tienen acceso a plataformas y aplicaciones con servicios de pago. Además, se ven expuestos diariamente a impactos de marketing, puesto que las marcas ya se relacionan con ellos en espacios como TikTok o YouTube, y también a través de influencers y creadores de contenido, que son sus nuevos ídolos. 

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La constante conectividad también provoca en ellos riesgos de agotamiento informativo y ansiedad respecto a las cuestiones sociales que pueblan los distintos medios de comunicación. No obstante, al haber nacido en algunos de los años más cálidos de la historia del planeta están plenamente concienciados con la necesidad de abordar la emergencia climática. 

Además, son especialmente sensibles a cuestiones como la eliminación del racismo, el feminismo y la desigualdad, al haber convivido con movimientos como Black Lives Matter o Me Too. La importancia otorgada a la salud mental les ha hecho ser más empáticos con los asuntos emocionales y con las experiencias ajenas. 

A medida que se desarrolle 2024 y este año termine de cerrar la generación Alpha, las marcas deben planificar sus estrategias para relacionarse con un nuevo conjunto de individuos que realmente son diferentes a todos sus predecesores. Tendrán, no cabe duda, hábitos heredados de sus progenitores, pero su forma de entender el mundo y vivir en él obligará a las compañías a crear nuevas formas de sentir y pensar.