El ocio nocturno de países como Italia, Chipre, España, Reino Unido o Bélgica se encuentra actualmente inactivo debido a las medidas impuestas por sus respectivos gobiernos para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. La compleja situación que atraviesa el sector pone en riesgo a una industria que factura alrededor de 3 billones de dólares en todo el mundo y emplea a más de 150 millones de trabajadores.
No obstante, los propietarios de establecimientos de ocio nocturno en Croacia, Hungría, República Checa, Austria o Suiza son algunos de los afortunados que pueden levantar cada día el cierre de sus locales, a pesar de hacerlo bajo estrictas restricciones como el toque de queda temprano o la limitación de capacidad y aforo. Y es que más allá de constituir una fuente de entretenimiento para más de 15.000 millones de clientes a nivel global, esta industria es también una de las principales atracciones turísticas para decenas de países en todo el mundo.
En este contexto, la International Nightlife Association, asociación miembro de la United Nation's World Tourism Organization (UNWTO), ha puesto en marcha la campaña “SOS Nightlife” con la que busca resaltar el valor de la contribución económica y social de este sector a la riqueza general de cada nación. Y es que numerosos establecimientos continúan cerrados desde la imposición del confinamiento, dando lugar a la mayor pérdida económica de la industria valorada en 1,5 billones de dólares hasta el día de hoy.
Bajo el lema #WeHaveFamiliesToo (Nosotros también tenemos familia), la International Nightlife Association pretende concienciar de la crítica situación que atraviesan los empresarios y profesionales del ocio nocturno. De esta forma, la campaña hace hincapié en que el cierre de los locales afecta a dueños de negocios, camareros, bartenders, cocineros, artistas, bailarines, DJs, personal de seguridad, personal de limpieza, proveedores...
“El gobierno español ha cerrado injustamente los locales culpándonos como el principal detonante del coronavirus. Todo ello sin ninguna ayuda, teniendo en cuenta que la vida nocturna en España emplea a más de 300.000 trabajadores. Si no recibimos ninguna ayuda ahora, el 80% de los locales están destinados a desaparecer”, explica Joaquim Boadas, Secretario General de Spain Nightlife y la INA.
El auge del ocio ilegal
Tal y como apuntan, otra de las preocupaciones del sector es el aumento de fiestas ilegales y raves ante la escasez de oferta de ocio nocturno regulado. La asociación señala que esto está provocando una mayor propagación del coronavirus que en una discoteca, un establecimiento legal que sí ha aplicado medidas estrictas. "Esto nos ha hecho dar un paso adelante y crear un buzón donde cualquier persona pueda enviar de forma anónima información sobre las actividades ilegales que se desarrollan en cualquier momento para que podamos informar a los gobiernos locales y detenerlas”, expone Boadas.
Pero la situación afecta a países de todo el mundo. La asociación estima que solo en Estados Unidos se ha registrado una pérdida de 225.000 millones de dólares hasta la fecha y que derivará en una pérdida adicional de 500.000 millones en los próximos meses. Actualmente, solo se permite operar en locales con licencia de restaurante y bar y con un 50% de capacidad.
Por su parte en India, uno de los países más afectados por la pandemia, el 40-50% de los bares y restaurantes tendrán que cerrar en los próximos meses, a lo que se suma la prohibición de servir alcohol desde el pasado 25 de agosto.