Algunos becarios pagarían por trabajar (y formarse) en agencias

  • La gran mayoría de los becarios están "muy satisfechos" con la formación que recibien en las agencias
  • En unos pocos meses haciendo prácticas "aprenden más que en años de Universidad"

*Nota para el lector: Para proteger la identidad de los becarios, los nombres que aparecen en este artículo han sido modificados.

En el sector publicitario la contratación y remuneración de los becarios es un debate recurrente, y muchas veces polémico. Las declaraciones de Jordi Cruz, jurado de MasterChef en TVE, han levantado la atención sobre un asunto muy interesante: ¿Hay que remunerar a los becarios?

Desde Reason Why hemos querido conocer el estado actual de este debate y la opinión de los trainees del sector. En contra de lo que se pudiera suponer y de los habituales chascarrillos, la investigación realizada por el equipo de Redacción concluye que los becarios están satisfechos con la formación que reciben.

Las becas en agencias de publicidad son como un máster

Son muchos los que aseguran que las becas en agencias de publicidad son como un máster. En este sentido, Juan de 25 años (nombre ficticio) no tiene reparo en declarar que si le hubieran pedido dinero a cambio de la formación que ha recibido, "hubiera pagado, y bastante”

Con este planteamiento coinciden muchos becarios: “Si al terminar la universidad no hubiera hecho algún curso, hubiera pagado a la agencia por mi formación”, comenta Susana de 24 años, que trabaja en una agencia de publicidad (multinacional) y de la que, por solicitud, también hemos ocultado su identidad.

Todo esto es algo que, ante la falta de talento egresado, Toni Segarra ya planteó en su día con la creación de la SCPF Academy, un proyecto que no salió adelante porque, como comentan algunos becarios con los que hemos hablado, “culturalmente vivimos en el pensamiento de que a la escuela vas a aprender y a la agencia vas a trabajar”.

Pagar a una empresa sería muy raro

En este sentido, son varios los becarios que nos confiensan que no se sentirían cómodos.
“De primeras suena mal. Preferiría entrar y no cobrar antes que pagar para que me enseñen; pero cuando entras te das cuenta del valor que tiene la formación en las agencias y la poca aportación que tenemos sobre el negocio durante los primeros meses”.
Son las palabras de Juan Miguel, Account Executive (26 años) en una agencia nacional en la que empezó como becario al terminar la universidad hace casi dos años.

Y es que los becarios valoran mucho más la formación que reciben en sus agencias que la de la Universidad, o incluso la de las escuelas de publicidad: “Tengo 23 años y he estado en tres agencias como trainee. Salí de la carrera con unas nociones básicas, sabiendo de todo un poco, pero no aprendí algo que poder aportar al sector hasta que no me enfrenté al día a día. Ahora estoy contratado. En cambio, tengo amigos que han hecho un máster y algún curso y siguen sin encontrar trabajo."

“Soy partidaria de las prácticas no remuneradas”

De hecho, muchos mencionan que en unos pocos meses haciendo prácticas en agencias de publicidad han aprendido más que en años de Universidad. 

El trato directo con los clientes, poder trabajar en casos reales y nutrirse de cómo funcionan el resto de sus compañeros son los tres motivos principales por los que consideran que las becas son necesarias y útiles en el sector publicitario.

Esta visión les lleva a defender incluso la ausencia de remuneración: “Soy partidaria de las prácticas no remuneradas, las he hecho en varias ocasiones con toda la motivación, siempre y cuando la agencia no pierda el enfoque formativo y mantenga altos los niveles de exigencia”. 

Así opina Clara de 27 años, consultora de comunicación en una multinacional de Relaciones Públicas y con una remuneración superior a los 30.000€ anuales.

En definitiva, son muchos los que llegan a la conclusión de que “de no haberlo aprendido en la agencia, hubiera tenido que pagar en otro sitio por aprenderlo” porque la Universidad, en este sentido, no está a la altura de las necesidades del mercado laboral. Y por lo tanto queda de manifiesto que becas no remuneradas y explotación laboral son cosas muy diferentes.