Lecciones de lenguaje corporal para dar un buen discurso

El lenguaje corporal es tan expresivo o más que la comunicación verbal. Los gestos acompañan a la palabra hablada e imprimen un significado más profundo al discurso. Sin embargo, la comunicación no verbal es inherente a la personalidad y, por lo tanto, resulta más difícil de gestionar. Aunque esto no es nada nuevo.

John Milton ya se percató de estos pormenores en su libro El Paraíso Perdido. El ensayista apuntó en el siglo XVII el impacto que los gestos, las miradas y las sonrisas tienen sobre la audiencia

Una idea que recuperó el divulgador Andrew Comstock dos siglos después y que le llevó a definir su propio diagrama de posturas. Como se aprecia en las imágenes, los gestos que tienden hacia la apertura suelen ser más propicios para generar confianza en los oyentes y denotan mayor seguridad por parte del orador.