El CES 2015 toca su fin. Tras cuatro días de presentaciones, la feria de electrónica se despide hasta el próximo año y, con ella, muchos fabricantes retoman sus proyectos con la intención de elevar la tecnología a sus cotas más altas.
Desde el pasado martes, las principales empresas tecnológicas han presentado al mundo sus propuestas más vanguardistas con gadgets concebidos para facilitar muchas de las rutinas más elementales.
La celebración del CES Unveiled, un pre-evento que sirve de antesala a lo que será este macroescaparate, ya hacía presagiar que los wearables estarían muy presentes durante estos cuatro días. Y así ha sido.
La presentación del Activité Pop y de Belty son sólo un ejemplo de esta nueva tendencia. El primero, un reloj inteligente diseñado por Withings, está llamado a convertirse en un monitor de actividad física capaz de registrar los ciclos de sueño y de actividad del usuario por un precio inferior a los 150 euros.
Sony también se ha apuntado a esta moda con un restyling de la tercera generación de SmartWatch3. La firma ha optado por un nuevo diseño y acabados y formas mucho más cuidadas y rematadas en aluminio.
A nivel de hardware, Sony no ha introducido ninguna novedad a pesar de que mira muy de cerca al Apple Watch.
Además de smart watches, el evento ha sido testigo de la presentación de un cinturón inteligente capaz de expandirse o contraerse en función de la talla de la cintura.
Con el foco puesto en el consumidor, muchos han sido los fabricantes que han aprovechado este Consumer Electronics Show para adelantarse a los tiempos y presentar la tecnología que se impondrá en unos años.
Sus aplicaciones repercuten, sobre todo, en campos como la automoción, la computación y la televisión.
En este sentido, las firmas automovilísticas como Gogoro han dado un paso más en la creación de smart cities con su moto eléctrica. El scooter, dotado con baterías recargables y extraíbles, podría comercializarse este mismo año a un precio inferior al resto de vehículos eléctricos.
Así lo ha reconocido el responsable de la firma taiwanesa en Las Vegas, donde BMW ha lanzado lo que podría convertirse en el coche del futuro. La automovilística alemana ha desarrollado un sistema que permite dar órdenes a los vehículos a través de un reloj inteligente.
El prototipo incorpora una aplicación de asistencia remota que permite que el coche circule de manera autónoma.
Por otra parte, el mercado de las pantallas ha sido el protagonista de esta edición de la mano de Panasonic. El gigante japonés ha hecho una incursión en el sector de la belleza y el cuidado personal con un smart mirror que simula diferentes estilos de maquillaje y peinado.
Las televisiones han copado gran parte de la atención de este CES, muy pendientes de la funcionalidad 4K y las superficies curvas.
Concretamente, Sony ha sido uno de los ejemplos más innovadores de la feria con un televisor 4K más fino que un iPhone. Se trata de su gama de televisores Bravia, que además de ofrecer una calidad de imagen óptima permite recurrir a la voz para el control remoto.
La informática ha sido otro de los pilares que han articulado este encuentro que finaliza hoy y que Intel ha revolucionado con el lanzamiento de Curie.
El gigante de los circuitos integrados ha sorprendido con un chip del tamaño de un botón que podría llegar muy pronto a los ordenadores de todo el mundo. Además su CEO, Brian Krzanich, revalidó su apuesta por la tecnología wearable con una pulsera transformable en dron.
Lenovo, por su parte, ha deslumbrado al mundo con su Yoga Tablet 2, un dispositivo que, gracias a la tecnología AnyPen, permite el control y la escritura con cualquier tipo de bolígrafo.
Por último, los smartphones se han abierto camino en este escaparate con propuestas como la de LG que continúa su estela de pantallas curvas con el nuevo Lg G Flex 2, el terminal con el procesador más potente de Android.
Ampliar la capacidad ha sido el reto de Asus y su Zenfone 2, el primer teléfono inteligente que, pese a sus funcionalidades de gama media, contiene 4 GB de RAM DD3.