10 Consejos para diseñar un buen Packaging. El packaging es el último intermediario entre la empresa y el consumidor. Desde el punto de vista de la publicidad y del marketing es el último eslabón de la cadena comunicativa y el insumo más cercano a la decisión de compra. Estamos ante una situación de saturación de los lineales, en los que podemos encontrar más de 10 marcas ofreciéndonos prácticamente el mismo producto. Actualmente el peso del envase es muy importante, de hecho, según algunos estudios es el factor más importante en la decisión de compra. El consumidor pasa menos de 10 segundos ante un lineal y si no nos ven no existimos. Os dejo algunos consejos y ejemplos para conseguir atraer la atención del público y convencerlo de la compra.
1. Integra nuevas tecnologías: las nuevas tecnologías son una fuente de estupendas posibilidades. Uno de los beneficios que nos ofrecen es que el consumidor tenga la posibilidad de interactuar con el envase, creando así una experiencia con este y un recuerdo imborrable. Son una buena oportunidad la utilización de códigos Bidi para que los usuarios puedan ampliar la información o participar en promociones escaneándolos con su Smartphone. Sin embargo, una de las herramientas más llamativas sería la integración de tecnologías de realidad aumentada como en este video que os dejo de una marca de cereales.
2. Crea facing: como he dicho antes, si no nos ven no existimos. Por ello es muy importante crear facing, que se vea la cara del envase en el lineal. Un mal ejemplo de diseño de packaging seria el típico envase español de espaguetis de plástico y que no se sostiene en pie. Se debe colocar tumbado y no crea facing. Todas las marcas del distribuidor e incluso la marca Gallo lo hace así, solo el de Barilla se salva.
3. Implica al receptor: Sería conveniente que los envases fuesen más cercanos, que utilizasen el tuteo y oraciones imperativas para acercarse más al consumidor. Los envases están muy deshumanizados, se deberían diseñar con la misma estrategia lingüística con la que se crea una gráfica publicitaria para prensa. Un buen ejemplo sería esta línea de productos de limpieza de la marca Bee, en la que son los propios envases los que se dirigen al consumidor de tú a tú. De esta manera consigue confianza y cercanía con el consumidor.
4. Utiliza figuras retóricas: Puede ser muy efectivo utilizar figuras retóricas en los envases para conseguir llamar la atención del consumidor. La retórica permite sintetizar el mensaje y gracias a las interferencias cognitivas que supone el uso de estas figuras se consigue el recuerdo. Un bien ejemplo de esto es el envase de pan de molde de la marca Vilpuri. En el que aparece como figura retórica una personificación. El envase adquiere cualidades humanas y aparece con una enorme boca devorando el producto. Mediante este recurso se consigue atraer la atención del receptor y además, se consigue transmitir el beneficio del producto “¡esta para comérselo!”.
5. Aporta un valor añadido a tu envase: una nota de diferenciación, un sistema de dosificación, un útil sistema de cierre… Busca y crea un valor añadido que pueda ser la clave para la compra. Os dejo este original diseño de un envase de pasta que permite medir qué cantidad es necesaria para una persona.
6. Plantéate el doble uso de tu packaging: Otro modo de conseguir que el consumidor se incline por la compra de un producto, podría ser a través del doble uso del packaging. Por ejemplo, un Tetra Brick podría incluir juegos (crucigramas, sudokus…) para aportar un valor añadido al producto. Un ejemplo de esto, serían las latas utilizadas por Cola-cao, que permitían que el envase fuese reutilizado como un bote para guardar otros alimentos en la cocina.
7. Si el producto es bonito, que se vea: en Mercadona lo han llamado el método Brad Pitt, ¡dejemos ver lo bello que es nuestro producto! Además, el consumidor siempre estará más tranquilo viendo el producto que está comprando. Siempre que se trate de productos visualmente atractivos podemos poner una ventada a través de la cual se pueda ver el contenido. Pero si queremos ir un paso más allá podemos dar todo el protagonismo al producto y llevar a cabo una estrategia de desmaterialización del envase como hace Ikea en este ejemplo de pasta.
8. Estudia el significado de los colores: cado color genera unas sensaciones en las personas que lo observan y además cada categoría de producto tiene unos colores que la identifican. Por ejemplo, los colores más convencionales para lácteos son los azules y blancos. Conviene estudiar estos significados y tenerlos en cuenta. Además, los colores también nos pueden ayudar a posicionar nuestro producto, por ejemplo la utilización del color negro, el plateado o el dorado se asocia con productos gourmet.
9. Pondera el producto: Otro recurso que quizás no se explote lo suficiente es el de ponderar el producto. Podría ser acertado reforzar este aspecto utilizando cuantificadores (todo, 100%, cifras...), adjetivos comparativos de superioridad (más natural, más barato…), adjetivos superlativos (sabrosísimo, baratísimo…) etc
10. Cuida los detalles gráficos: puede ser decisivo cuidar todos los elementos visuales que aparecen en el packaging, ya que pueden ser un recurso más para conseguir llamar la atención del consumidor. Como hace por ejemplo Hacendado con el código de barras de sus envases de leche.
Espero que os haya servido de ayuda. ¡Mucha suerte con vuestros diseños!