Todos hemos comprado alguna vez más de lo que nos habíamos propuesto en casa escribiendo la lista de la compra. Nosotros no lo planeamos, pero las tiendas sí que lo hacen. Las suculentas palabras que un día os mostramos son sólo una de las estrategias de Marketing que tienen las marcas para vender más.
Aquí os dejamos 15 trucos que los establecimientos emplean para cautivar nuestra atención y saciar nuestras necesidades (reales o no):
1.SALES!
Durante el periodo de rebajas no hace falta que nos recuerden que existen descuentos; nos acordamos nosotros solos. Pero las tiendas van más allá y se hacen con los carteles y letras más grandes y rojas para anunciarlo. Esto funciona como un imán a la tienda, aunque después no compremos artículos rebajados…
2.El carrito de la compra
Lo primero que vemos al entrar a un supermercado es el carrito o la cesta de la compra. El carrito fue creado a finales de los años 30 para motivar a los consumidores a llenarlo hasta arriba.
3.Los frescos
Los productos como las flores, verduras o panes recién horneados suelen situarse a la entrada de los mercados. Cuando no hemos pasado ni medio minuto dentro de ellos, nuestra cabeza empieza a desear ver el carrito de la compra lleno. Además, su olor activa las glándulas salivales, haciéndonos más sensibles a la compra.
4.Productos diarios
Siempre al final. Los disponen al final de todo el supermercado para vernos obligados a recorrer todos los pasillos antes de hacernos con nuestra leche, huevos o aceite.
5.Los pasillos
Todo está meticulosamente medido. Hasta los pasillos de las tiendas. Están pensados para que los consumidores recorramos el mayor número de ellos, como si de un laberinto se tratara. Y de paso a por un producto, recorremos un pasillo en el que otro producto nos tienta…
6.A la altura de los ojos
Es una de las estrategias más eficaces. Cualquier cosa que la tienda tenga interés en vendernos estará al nivel de nuestra mirada. De este modo, nuestros ojos no tendrán que hacer demasiado trabajo para elegir qué marca vamos a llevarnos a casa. Una altura que, por cierto, las marcas pagan cara…
7.Las baldas más bajas
Y ¿qué pasa con los niños? También se intenta jugar con los deseos de los más pequeños. Los juguetes, chocolates y juegos están siempre en las baldas más bajas, a la altura de sus ojos.
8.Ganar tu atención
Las góndolas temporales suelen tener como objetivo ralentizar el proceso de compra. Muchas veces pica la curiosidad y obligan a que el consumidor se pare para ver de qué se trata.
9.Disponibles
A los comerciantes les gusta poner sus productos a la vista, disponibles para cualquier mano fisgona. Que sean los propios potenciales consumidores los que los puedan tocar. Los estudios dicen que coger con nuestras manos un producto aumenta la opción de que lo compremos.
10.El color
Que el color influye en nuestros sentidos no es una noticia nueva. Lo que igual no sabías es que los colores cálidos como los rojos, amarillos y naranjas son más adecuados para atraer a la gente, mientras que, una vez dentro, es preferible usar tonalidades cercanas al azul y verde.
11.La música
Los estudios demuestran que la música alta y discotequera no favorece el proceso de compra. ¿Lo mejor? Los expertos dicen que la música lenta y relajada, como la clásica, es lo que más convence a los posibles compradores.
12.Cuanto más grande, mejor
A nadie le gusta caminar aplastado entre la gente. En las tiendas tampoco. Compramos más si nos sentimos cómodos disfrutando de nuestro propio espacio. Por eso, cuanto más amplios sean los pasillos, mejor.
13.”Ofertas hasta…”
Ver que hay promociones y descuentos hasta cierta fecha genera una sensación de urgencia por tener que comprar alguno de los artículos rebajados.
14.La caja
Cuando pensamos que todo el peligro ya ha pasado, llega el más temible: la caja. Ahí es donde se aprovecha la última oportunidad para que el consumidor haga la compra impulsiva de algo que realmente no pensaba comprar. Últimamente podemos ver toda clase de productos en los lineales de caja: desde chocolatinas y chicles hasta revistas.
15.La tarjeta de la tienda
Son pocas las tiendas que no tienen una tarjeta de fidelización. Cambiamos nuestros datos personales por algún que otro trato diferenciado y algún descuento ocasional.