Harley-Davidson ha conseguido crear una imagen de marca indeleble y toda una legión de fans fieles. Lo ha demostrado esta semana, cuando ha conseguido ponérselos a todos en su contra.
La marca de motos americana ha dado a conocer dos nuevos modelos: la Street 500 y la Street 750. Son motocicletas mucho más pequeñas, de menor potencia y más ligeras. Están concebidas para la conducción por la ciudad, al contrario que los clásicos modelos de Harley, ideados para la carretera.
Los fans de la marca se han indignado porque creen que estos modelos traicionan el alma de Harley-Davidson. En la página de Facebook de la marca varias voces acusan Harley-Davidson de haberse convertido en Vespa. Desde el sonido, no tan grave como el de las Harleys tradicionales, hasta la postura del piloto, un poco más erguida. Los fans lo cuestionan todo.
Y no sólo la moto en sí está en el punto de mira. Muchos también critican que el nuevo modelo se haya presentado en Milán y no en los Estados Unidos. Algunos también acusan a la marca de fabricar en la India, aunque Harley-Davidson no ha confirmado este dato.
Los modelos de los anuncios también han levantado polémica. Para algunos fans, son demasiado jóvenes, demasiado hipsters y demasiado alejados de la imagen tradicional del motero americano: un hombre blanco, gordo y con barba.
Una moto Harley-Davidson envía un mensaje sobre la persona que la conduce. Parece que a los fans no les gusta que esta imagen se diluya.
Pero las ventas de las Harleys tradicionales van a la baja.
La empresa está entrando en el sector de las motos ligeras para evitar pérdidas. La decisión se ha tomado en base a 3.000 entrevistas a clientes de 10 países. También han realizado un estudio de mercado con 1.000 focus groups.