Durante años, Häagen-Dazs se ha vendido como marca de lujo, recurriendo a modelos bellas y hombres maduros en anuncios como el de 2013, con Bradley Cooper.
Ahora, la agencia Saatchi&Saatchi Londres le ha dado un aire juvenil a la marca a través de un spot titulado “Everyday Made Extraordinary”.
La campaña, que tendrá presencia internacional, forma parte de la estrategia de reposicionamiento de Häagen-Dazs, con la que pretende ser un nuevo icono de consumo.
Al ritmo de "Come Get It Bae”, de Pharrell Williams, el anuncio muestra a una serie de jóvenes comiendo helado Häagen-Dazs, algunos con cuchara, la mayoría con el dedo. Un intento por acercarse al target Millennial, considerado por la marca como el público clave para conseguir esa asociación cool y moderna que están buscando.