Si sumamos por un lado la contaminación del tráfico y, por otro, las escasas zonas verdes, parece que la polución queda asociada a la definición de “Gran Ciudad”. Pero, ¿qué pasa cuando la publicidad quiere jugar partido combatiendo ese hándicap?
Una pregunta a la que Shiseido, de la mano de la agencia Tango, ha querido dar respuesta instalando, en plena Gran Vía de Madrid, una lona publicitaria que pretende eliminar la contaminación producida por coches y fábricas.
Se trata de la primera vez que este sistema pisa el continente europeo. Aunque ya vió la luz con anterioridad en Japón y en EEUU.
¿Cómo elimina el CO2 de las calles?
Este proyecto, que ha resultado ser el primero de este tipo a escala global, se basa en una tela de mil metros cuadrados impreganada de dióxido de titanio, un material que permite desintegrar el dióxido de carbono.
De este modo, el compuesto realiza la fotocatálisis, un proceso en el que el CO2 se descompone en presencia de luz, aire y humedad. Algo similar a la fotosíntesis de las plantas.
Este proceso permite a la lona eliminar hasta un 85% de los gases del efecto invernadero (metano y óxido de nitrógeno). Una cifra que equivale a la que conseguirían 1.000 árboles al año.
Y el sistema parece que funciona. La NASA ya se está basando en el dióxido de titanio para desarrollar su tecnología. Algo que puede deberse a que este material puede alcanzar una vida útil de aproximadamente cinco años. ¿Empezará a ser normal verlo en la publicidad exterior de las grandes ciudades?