La tecnología se queda a vivir en casa

  • La tecnología en el hogar ha vivido y vive en una constante contradicción
  • Cómo nuestras relaciones en el hogar cambian a medida que la tecnología ocupa un lugar más importante
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Partiendo de la cotidianidad de nuestros hogares, a través de esas frases que podrían formar parte de nuestro día a día, nos preguntamos cómo nuestras relaciones en el hogar están cambiando a medida que la tecnología ocupa un lugar más importante.

Conecta a papá que vamos a soplar las velas

La tecnología en el hogar ha vivido y vive en una constante contradicción. El equilibrio es subjetivo y complejo. Se puede convertir en una barrera que entorpezca nuestras relaciones sociales, pero también puede ser facilitadora de estas.

Nuevas experiencias empiezan a poner en duda el concepto tradicional de las relaciones sociales

Nuevas experiencias ponen en duda el concepto tradicional de relaciones sociales en el hogar. Cuidadores virtuales inteligentes pueden conectar, asistir y mejorar la vida de ancianos que viven solos. Y gracias a la tecnología háptica y holográfica podremos participar, sentir y estar más “presentes” en un momento importante cuando estemos “fuera” del hogar ¿Juzgaremos como menos reales las relaciones sociales no físicamente presenciales?

Dame un minuto y entro en la reunión, tengo que ponerle la nana al niño

También aquí el contexto y el momento pueden marcar ese equilibrio. Y, de nuevo, vivimos más o menos cómodos en esa contradicción. Tenemos a nuestra disposición una especie de canguro 24/7. También podemos ver al bebé desde nuestro smartphone y ponerle su canción preferida para arañar unas horas más en el trabajo con menos remordimientos. O hablar y lanzar remotamente una galletita a nuestro perro y tomarnos dos cervezas más sin que se coma el mando de la TV.

Por favor, quítate esas gafas, deja el rifle y siéntate en la mesa que se están enfriando las croquetas.

Los adolescentes en sus “cuevas” ya han convertido Fortnite en una red social que va más allá de un juego, es una extensión del recreo, lugares donde no importa si realmente estás físicamente. Los avances en VR y otras tecnologías inmersivas evolucionarán todavía más la forma en la que consumimos e interactuamos con el contenido.

La tecnología está transformando la realidad de lo que entendemos por hogar. Conceptos como la virtualidad, realidad, espacialidad, sensaciones o emociones se verán alterados de significado ¿Cómo cambiará la industria del entretenimiento en el hogar con todos estos avances tecnológicos? ¿Serán los espacios relacionales de nuestra actividad digital nuevas “habitaciones” del hogar?

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Cuando acabes con la ropa carga la batería del gato

Daiwa House ha desarrollado un robot personal capaz de realizar múltiples tareas del hogar o podemos satisfacer ciertas necesidades emocionales con robots gato como Kiki

¿El hecho de que la tecnología sea más humana la hace menos tecnología? Es decir, el futuro será un hogar donde su rol (y forma) sea la de miembro más de la familia o es una trampa que nos lleva a un nuevo paradigma que erosionará la intimidad y las rutinas establecidas que cultivan tradicionalmente la salud de nuestras relaciones ¿Cómo la humanización y su ubicuidad en nuestro hogar puede llegar a afectarnos? ¿Habrá una ética y leyes que nos impidan esclavizar a nuestros asistentes?

Alexa, apaga la luz y prepara las palomitas 

Bosch ya está incorporando la inteligencia artificial en sus electrodomésticos. Amazon ha lanzado un microondas con reconocimiento de voz y ya comercializa un sistema de reconocimiento de las emociones. Primeros pasos para que el gigante sea todavía más poderoso en su conocimiento sobre qué consumimos, qué compramos y qué nos podría gustar. Ir a hacer la compra no será lo mismo, y el rol de las marcas tampoco. Incluso el carro de la compra, creado gracias a la inteligencia artificial de nuestros electrodomésticos conectados, llegará por aire a través de drones.

Hemos abierto las puertas de nuestro hogar a voyeurs a los que invitamos cada día a cenar nuestros datos

Las predicciones indican que a final de año habrán más de 200 millones de Smart Speakers. Hemos abierto las puertas de nuestro hogar a voyeurs a los que invitamos cada día a cenar nuestros datos. Porque fuera o dentro, cada vez es más difícil distinguir entre vida digital o no digital. Y, a medida que la tecnología tiene un rol más importante en nuestras relaciones, son más los datos que cedemos de cada interacción.

¿Tenemos que redefinir nuestra idea de intimidad? Nos harán la vida más fácil, pero ¿seremos más vagos física e intelectualmente? ¿Nuestra libertad de decisión se verá condicionada por una dictadura de la tecnología?

Son muchas las preguntas que surgen en momentos de cambios, cambios que se convierten en realidades cuando menos te lo esperas. Y las marcas, que siempre han jugado un papel importante en el hogar, deberán enfrentarse a una nueva realidad, nuevos retos, pero también oportunidades.

El día 26 no sé si podremos encontrar muchas respuestas todavía, pero seguro que surgirán muchas otras preguntas y reflexiones que nos ayudarán a comprender una nueva dimensión de las relaciones sociales en el hogar.

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