"El tiempo que pasamos juntos"

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No teníamos ni idea de cómo iba a salir. Y eso era bueno porque significaba que teníamos algo distinto. Aunque tranquilamente podría haber sido algo que todo el mundo dejara pasar. Ruavieja en ese momento no era Ruavieja. Por eso el primer premio con esta campaña fue el éxito que tuvo en el primer día. La locura en los grupos de WhatsApp y la cantidad de views rompieron con todo lo que esperábamos. Nos la mandaban nuestros amigos o nuestros padres desde otro continente. A partir del segundo día, ya no fue más nuestra. Hubo gente que agradeció a la marca por ayudarla a encontrarse con los suyos de una vez. Otros que dijeron que se mudaron más cerca de la familia después de ver la campaña. La gente de repente empezó a verse más. Pero de verdad. Por una campaña de publicidad. Y solo entonces empezamos a entender cómo había pasado...

Comenzó con una historia de Juan que nos dejó a todos pensando. Y siguió con toda la confianza y valentía de Kerman, Telmo, María y Miguel Ángel. Porque fue una campaña que presentamos solo contando la historia y el cálculo de Juan, dando a entender que había algo interesante detrás, pero sin ni siquiera tener un PowerPoint. Que luego presentamos de una forma, se aprobó y después volvimos diciendo que tenía que ser de otra. Y no hubo problema, porque todos queríamos que saliera lo mejor. Cada charla y cada feedback solo la hicieron crecer, ser más valiente y potente. Íbamos a recordar a la gente que se iba a morir, pero nadie tenía miedo de que eso cayera mal, sino las ganas de hacerles ver lo importante y bonito que era (y es) vernos en el tiempo que nos queda.

"Los protagonistas dijeron cosas que jamás hubiéramos soñado"

Todo fluyó. Félix la entendió desde el primer momento y con Tesauro la elevaron hasta donde se merecía. Ese lugar raro, ese cuidado especial, esa música, esa magia. Los protagonistas dijeron cosas que jamás hubiéramos soñado. Se lloró mirando el combo. Con el offline, muchos sacamos pasajes para ir a ver a nuestras familias. Luego se tomó la decisión de que fueran 4 minutos y medio cuando siempre lo habíamos llamado “el tres minutos”. Mientras lo recomendable era no más de 20 segundos. Y salió. Y explotó.

El primer (o segundo) premio fue el de YouTube de noviembre. Después los Genio. Evidentemente había algo. Luego Oro en el c de c. Mentiríamos si no dijéramos que pensábamos que sería Grand Prix. Pero bueno, tampoco le fue muy bien en el One Show ni en D&AD. Y luego vino El Sol. Dos Grand Prix, 10 Oros, Sol de Platino. Nos dejaba más tranquilos. Pero Cannes era un misterio. Y casi sobre la hora terminamos enterándonos del Oro. Y lo festejamos en una sobremesa con Ruavieja en el fondo de un restaurante con Kerman y Telmo, como correspondía. Previamente hubo un striptease en las escaleras del Palais, como se había prometido.

Antes y después de eso, todos dimos charlas sobre la campaña. Fuimos a la tele, a la radio, a las universidades. Incluso fuimos a Londres y a Praga. Quizás la más increíble fue la charla que le dimos al Cabinet Office del 10 de Downing Street (sí, al Gobierno de Reino Unido). Querían que les explicáramos cómo hacer comunicación emocional durante la pandemia, porque temían que la gente ya no quisiera salir de sus casas a ver a sus seres queridos, por miedo. En sí, eso es un premio.


No vamos a negar que es raro ganar un premio con una campaña de 2018 en 2021. Pasaron miles de cosas, e incluso muchos ya dejaron la marca o la agencia. Pero la verdad es que estamos muy contentos de despedirla con un premio así, que representa tan claramente las dos cosas que buscamos tanto agencias como clientes: Creatividad y Efectividad. Es una linda metáfora de cómo trabajamos en ella juntos y de la relación que nos hizo tener.
Y es un lindo recordatorio sobre qué fue lo más grande que logró: hacer que realmente nos viéramos más, sin saber lo importante que sería poder hacerlo antes del 2020.

Gracias a todos los que la hicieron posible.