La Antártida no es sólo el continente más enigmático, cubierto en su práctica totalidad por nieve, sino que también es un reflejo del impacto de la actividad humana en el medioambiente. A lo largo de los últimos años el hielo y el agua no son los únicos elementos que componen esta región, sino que a ellos se han sumado los microplásticos, cuya presencia está alterando el equilibrio de natural del lugar. Para alterar sobre ello, la organización Agenda Antártica ha creado una nueva bandera, con la que busca representar la realidad del continente.
Lo ha hecho de la mano de la agencia Publicis Toronto y de Graham Bartram, diseñador de la bandera original de la Antártida en 1996. Así, mientras que el símbolo original representa la forma del continente en blanco sobre un fondo celeste, con intención de plasmar sus atributos distintivos como centro de colaboración científica, coexistencia pacífica y conservación de la naturaleza; la nueva bandera está compuesta por multitud de pequeñas formas de colores que aluden a los microplásticos presentes en la nieve de la Antártida.
Tal y como explican desde la organización, que desde 2012 trabaja por la conservación de la Antártida, para la creación de la bandera se tomaron mediciones reales y se analizó la nieve derretida de 19 puntos diferentes del continente. De esta forma, la nueva bandera representa el promedio de 29 microplásticos encontrados en la nieve. Las partículas se ordenaron por tipo, color, forma y tamaño, y se distribuyeron creando la forma del continente atendiendo a la probabilidad de encontrarlos de verdad en la nieve.
Además de ser un mensaje sobre el impacto del consumo, puesto que el plástico más presente en la nieve es el que forma parte de botellas, latas y ropa, la acción es un llamamiento a firmar una petición para exigir un Tratado Global de Plásticos (Global Plastics Treaty). Este solicita una cantidad mínima de plástico reciclado en los productos, un límite a la producción de plástico virgen; mayor inversión en infraestructuras de residuos y capacidad de reciclaje, y la reducción significativa en envases y aditivos de un solo uso.
El sitio web creado para la iniciativa, además de contener los vídeos explicativos de la campaña, recoge información relevante y contenido adicional sobre el problema de los microplásticos y la necesidad de proteger el entorno de la Antártida. También incluye un apartado para aquellos que deseen realizar donaciones y apoyar así la causa de la organización.
“La nueva bandera servirá no sólo como símbolo de la importancia ambiental de la Antártida, sino también como un llamado a la acción para que naciones, corporaciones e individuos aborden el problema generalizado de la contaminación plástica”, señala Vini Dalvi, Director Creativo de Publicis Toronto, en un comunicado. "Los microplásticos no son visibles y la bandera ayuda a las personas a visualizar la realidad en la Antártida que no es visible para todos los demás”.