Cualquier anuncio que utilice como reclamo bailarinas de cabaret en paños menores tiene que prepararse para que se le acuse de sexista. Así que Clio, en su nueva campaña de marketing de guerrilla “Va Va Voom” ha decidido curarse en salud y hacer dos versiones: la masculina y la femenina.
En las dos versiones salen bailarines con poca ropa, pero en uno son hombres y en el otro, mujeres. Pero no ha servido de nada: la agencia británica de control de la publicidad, Advertising Standards Authority (ASA), ha censurado la versión en que son mujeres las que bailan. Ha considerado que los planos de pechos y nalgas son excesivos y que trata a las mujeres como objetos sexuales. En cambio, no ve ningún problema con que hombres descamisados bailen sensualmente.
Este es el spot censurado: dos hombres conduciendo que se encuentran el espectáculo de bailarinas.
Y esta es la versión opuesta: dos mujeres haciendo la prueba de conducción que reciben un baile sexy.
¿Realmente hay uno más ofensivo que el otro?