El más pequeño de los cambios puede suponer un giro radical en la identidad de una marca. Especialmente cuando hablamos de una marca tradicional que se ha basado en mantener el mismo diseño y los mismos productos a lo largo de los años. Es el caso de Moleskine, la marca italiana de cuadernos de notas y agendas.
Desde que se fundó en 1997 la marca ha mantenido un logotipo que era simplemente su nombre, “Moleskine”. En mayúsculas y con una tipografía simple.
La nueva identidad visual de la marca consiste en nueve módulos, el primero de los cuales es la M de “Moleskine”, en la misma tipografía de siempre. Suponemos que los otros ocho módulos representan las ocho letras siguientes de “Moleskine”.
El diseño ha corrido a cargo de la agencia de publicidad y diseño Achilli Ghizzardi Associati.