Cuando hablamos de Comunicación Exterior, los dos casos más conocidos son la Publicidad Exterior (vallas, lonas, etc.) y el Street Marketing (acontecimientos montados en plena calle). En ambos casos, lo que se hace es introducir nuevos elementos en el entorno ya existente, siempre buscando el impacto en los traseúntes. 

Pero la Comunicación en el Exterior ha ido evolucionando y ha nacido el Ambient Marketing (Marketing de Ambiente). El Ambient Marketing va más allá de la Publicidad Exterior o del Street Marketing ya que no es sólo ejecutar una acción en plena calle (aunque a un coste mucho más barato que esto dos casos, ya veréis por qué), sino que requiere de una mayor dosis de imaginación y de creatividad.

El Ambient Marketing busca la sonrisa de las personas a través del humor, cosa que nos viene muy bien para alegrarnos el día y darnos energía. 

Pero, ¿cuál es esa novedad que hace tan especial al Marketing de Ambiente? Pues que transmite su mensaje usando como base elementos cotidianos del día a día de las personas con fin publicitario. De ahí que sea mucho más barato de realizar, sea más impactante y llamativo y que necesite de un extra de creatividad. Además, no es tan intrusivo como los otros ejemplos de Publicidad Exterior y queda "más natural" en el entorno.

Después de esta "mini introducción" al Ambient Marketing, os presentamos como ejemplo una campaña que Reebok ha realizado en el metro de Santiago de Chile. En ella, ha usado un elemento de uso diario por miles de personas: las barras superiores donde nos agarramos y las han convertido en pesas.

¿Nos parece super original y creativa esta idea?

¡Seguro que a más de uno le alegraron la mañana antes de llegar al trabajo!

Aquí os dejamos un vídeo y fotografías de la campaña: