La publicidad de alimentos y bebidas suele estar llena de deliciosas imágenes a cámara lenta, dirigidas a despertar nuestra gula. Una dentadura perfecta mordiendo un trozo de chocolate negro, una botella de vino que se vierte en una copa creando una onda circular en el vaso, burbujitas haciendo carreras dentro de la copa de cava... ¿Quién no se ha sentido cautivado alguna vez por estas imágenes?
Es admirable cómo estos anuncios consiguen evocar el sentido del gusto y del olfato, ausentes en el medio audiovisual. ¿Cómo lo hacen? En contra de la creencia popular, no todo es falso ni se realiza siempre de forma informática. La tecnología fotográfica de alta velocidad es un aspecto clave en estas imágenes que, sí, es cierto, casi siempre son retocadas para perfeccionar su aspecto. Pero es que esto es publicidad, señores.
La productora alemana The Marmalade está especializada en fotografía y vídeo de alta calidad y son capaces de hacer apetecibles hasta los cereales con más fibra del mercado. En un vídeo promocional de su estudio, muestran las técnicas que usan para obtener sus famosos resultados:
“Nuestros clientes necesitan una imagen única para su marca que nadie haya creado antes” explica el director de The Marmalade. Por ese motivo actualizan constantemente su tecnología y crean nuevas técnicas para cada cliente. La estrella del estudio es un brazo robótico para su cámara que consigue captar imágenes de excelente calidad incluso en movimiento. Pero eso no es todo. El éxito de la productora se basa en un método de trabajo exhaustivo que consiste en realizar pruebas una y otra vez hasta conseguir el resultado deseado.
Nadie discutirá que los efectos visuales de The Marmalade son excelentes. Pero pese a la introducción de nuevas técnicas que consiguen resultados cada vez más espectaculares, tenemos la sensación de que todo esto no es nada nuevo... incluso puede que los clientes que decidan probar los alimentos anunciados se sientan decepcionados por la triste realidad.
Fue el caso de las hamburguesas de McDonald’s, como ya os contamos hace un tiempo. La marca incluso publicó un vídeo explicando por qué sus hamburguesas no se parecían en nada a las fotografías promocionales.
Algunas marcas de la industria alimentaria han decidido dejar de hacer creer al público que pueden saborear sus productos a través de fotografías y han buscado acciones más creativas.
Una de ellas es la de la marca de ketchup finlandesa Felix, que ha contratado al pintor Nathan Wyburn, famoso por usar alimentos como materia prima en sus obras de arte, para que pinte retratos de ketchup de los fans de la marca.
Es la primera acción en Social Media de esta marca. “Felix forma parte de la vida cotidiana de las personas, por eso teníamos que hacer algo que permitiera a la gente formar parte de la promoción”, explica el director creativo de la agencia hasan & partners, creadora de la campaña.
Os dejamos que la comparéis con esta promoción, también de ketchup, de The Marmalade. ¿Cuál os gusta más?