Tarjetas de visita: cómo puedes hacer que te recuerden

Nunca unos pocos centímetros dijeron tanto sobre un profesional. Las tarjetas de visita son un pequeño gran exponente del personal branding. En Reason Why analizamos las que parecen ser las claves para crear una tarjeta útil y memorable.

Dicen que la primera impresión es la que cuenta. En el mundo profesional este tópico puede traer consecuencias importantes y, por eso, debemos cuidar nuestra imagen de marca personal. Uno de los factores que la conforman es nuestra tarjeta de visita.

 

Pequeños recuadros blancos de 9x5 centímetros de media con unas líneas negras con nuestros datos... Pero en el sector de la comunicación y el diseño, eso no es suficiente. En las tarjetas, igual que en cualquier otro soporte para nuestra marca, podemos dar rienda suelta a la creatividad. 

 

El equilibrio entre utilidad y sorpresa es la clave. En Reason Why hemos analizado algunas de las claves para crear una tarjeta de visita útil y memorable:

 

 

Mis (¿innumerables?) datos de contacto

En las tarjetas de visita tradicionales solíamos indicar nuestro nombre, dirección y teléfono. Hoy en día, con nuestros incontables perfiles en redes sociales, tenemos muchísimas vías de contacto. 

 

 

 

Nuestra recomendación: incluye siempre tu móvil, email, web si la tienes y una o dos cuentas de redes sociales que utilices más habitualmente. La elección de estas redes tendrás que valorarla en función de los contenidos que publiques en ellas o el perfil que quieras ofrecer.

 

 

La tendencia del QR

Los códigos QR (Quick Response Code) son módulos bidimensionales que almacenan información. En países como Japón son tremendamente populares y desde hace relativamente poco se empiezan a ver con más frecuencia en tarjetas de visita y currículos en España. 

De momento, son la vía más rápida para pasar del offline al online (un salto que es más difícil de lo que parece).

 

 

 

Nuestra recomendación: con el código QR, la persona que reciba tu tarjeta puede escanearlo y guardar tu email y teléfono en su smartphone. Pero son pocos los que tienen la costumbre de guardar esta información en el teléfono. El QR es un accesorio útil, pero la tarjeta debe valerse por sí misma en el terreno físico.

  

 

Muy bonita, pero... ¿qué haces?

Puede parecer un poco obvio, pero debemos tener muy en cuenta nuestro perfil profesional a la hora de diseñar nuestra tarjeta. 

Veamos un ejemplo: por mucho que me gusten las flores, si me dedico a la banca de inversión tal vez no deba incorporarlas en el diseño de mi tarjeta... 

Recuerda: este pequeño trozo de papel representa quién eres y lo que haces. Por mucho que tu tarjeta sea la más original del mundo, lo que necesitas es transmitir claramente a qué te dedicas. 

 

 

 

 

 

Nuestra recomendación: no te dejes cegar por ideas extravagantes y elige siempre lo más coherente con tu actividad y tu personalidad. La mayoría de las veces menos es más. 

 

 

¿Papel? Muy siglo XX, ¿no?

La inmensa mayoría de las tarjetas son de papel. Así que si eliges otro material, destacarás inmediatamente. Metal, plástico, madera... además de un aspecto innovador, estos materiales tienen un tacto distinto y dan una sensación única.

 

¿Por qué la gente no lo hace? Porque son muchísimo más caras. 

 

 

 

 

 

Nuestra recomendación: las tarjetas de materiales alternativos causan impresión, pero debes valorar si merece la pena dar ese paso más teniendo en cuenta el coste que supone. Una buena opción es tener tarjetas de papel y también de otro material y, según el valor del contacto que estamos haciendo, usar una u otra. Eso sí, que tengan un diseño similar, para no romper tu imagen de marca.

 

 

Tarjetas 3D: cuando un plano no es suficiente

Para dar un toque aún más llamativo a tu diseño puedes recurrir a una apuesta por el 3D. Este tipo de tarjetas de visita incluso permiten la interacción con el receptor y son una manera eficaz de asegurarnos un buen recuerdo.

 

 

 

 

 

 

 

Nuestra recomendación: estas tarjetas no suelen ser sencillas de guardar. Recuerda que el objetivo es que la persona tenga tus datos de contacto a mano... Así que si no lo ves claro, mejor apuesta por lo tradicional.

 

 

Y de regalo... ¡un regalo!

Si además de tener todos tus datos, un diseño único y un material original, incluyes un regalo para el receptor, tienes el éxito asegurado. Porque ¿a quién no le gusta que le den algo gratis? 

 

 

 

 

Nuestra recomendación: basa este tipo de tarjeta en pequeños detalles que tus contactos utilizarán a diario, para tenerte siempre a mano y en mente.  

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