Tras probar suerte con el queso, McDonald’s repite estrategia, esta vez, de mano de sus pepinillos. Si en 2012 la cadena sorprendía con un anuncio que ponía en valor el queso de sus hamburguesas, la multinacional recicla este recurso y recurre a un encurtido parlante como gancho publicitario.
La agencia DDB Estocolmo y el copywriter Magnus Jakobsson firman esta acción que apuesta por el minimalismo como reclamo.
Con un copy muy particular, la firma apuesta por el humor y hace de la gráfica una metáfora constante. En él, el pepinillo cobra vida y relata su existencia con la vista puesta en el valor diferencial.
Fiel a su estilo, McDonald’s realiza una biografía del encurtido en su última campaña de Publicidad para Suecia. Con esta acción, la empresa de comida rápida da voz a uno de los ingredientes que más filias y fobias despiertan entre sus clientes.
A modo de capítulo literario, la firma rescata las virtudes de este ingrediente que dice haberse convertido en el “acompañamiento natural de celebrities como la Cheese Burger y el Big Mac”.