El pasado mes de agosto entró en vigor la Ley de Plataformas Digitales, más conocida como “Ley Rider”, sobre la que el ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos estuvieron trabajando durante meses. El objetivo de la norma, el de “laboralizar” a los repartidores a domicilio, ha supuesto un auténtico revulsivo en la industria que ha provocado, entre otras cosas, oposiciones, falta de profesionales e, incluso, el fin de las operaciones de algunas compañías en nuestro país. 

La adaptación a la regulación ha supuesto un esfuerzo para Uber Eats, tal y como Courtney Tims, Directora General de la compañía en España, ha hecho saber a la  a la Vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Diaz, en una carta abierta. En el texto, la directiva exige el cumplimiento de la ley en igualdad de condiciones y el fin de la permisividad a Glovo. 

Tims asegura en la misiva que, atendiendo a lo estipulado en la regulación vigente, "desde el pasado 12 de agosto, todos los repartidores que trabajan con Uber Eats cuentan con un contrato de trabajo". Explica que la compañía ha optado por trabajar con flotas de mensajería y logística, las cuales han contratado a miles de repartidores en todo el país. Se trata, según apunta, de la alternativa por la que se ha decantado la mayoría del sector delivery en España. 

Sin embargo, expone los problemas que el sector ha encontrado tras la entrada en vigor de la ley. “Las flotas que colaboran con nosotros se han encontrado con un problema. Cada día les cuesta más encontrar repartidores para atender la creciente demanda de comida a domicilio”, afirma Courtney Tims. “Un problema que, además de las flotas, sufren clientes y restaurantes por igual. Unos ven como su pedido tarda mucho más en llegar, y los otros acumulan pedidos que nadie recoge”.

La Directora General de Uber Eats considera que la explicación a esta situación se encuentra en el periodo de negociación de la vigente normativa, momento en el cual las principales asociaciones de repartidores “se manifestaron para seguir siendo autónomos”. "Los repartidores no se manifestaban porque quisieran renunciar a mayores derechos o protecciones. Sencillamente querían mantener la flexibilidad del modelo autónomo que les permitía escoger cuándo trabajar, priorizando los momentos de alta demanda, y así obtener mayores ingresos. Todo ello mientras negociaban importantes mejoras en sus condiciones de trabajo", explica Tims. 

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La directiva se lamenta de que esas reclamaciones no fueran escuchadas y apunta que, seis meses después de la entrada en vigor de la ley, no todas las empresas están adaptadas al marco. “Glovo, la mayor empresa, líder del delivery en España, decidió seguir operando con trabajadores autónomos”. Esto, asegura Tims, supone una situación paradójica para las compañías que si están cumpliendo la normativa. “Nuestras flotas colaboradoras no encuentran repartidores porque éstos prefieren ser autónomos, de manera que trabajan con Glovo, la única empresa que se lo permite, el mayor unicornio español, en contra de la Ley Rider". 

La Directora General de Uber Eats ha expresado sentir impotencia al contemplar que el Gobierno no ha conseguido hacer cumplir la ley y cómo la situación de desventaja de todas las empresas que si la cumplen empeoran cada día. “Ante esta situación, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para poder competir en igualdad de condiciones?”, expone Tims, que ha puesto de manifiesto su voluntad de “discutir esta situación lo antes posible” con la ministra Yolanda Diaz.