Decathlon Bélgica ha cambiado temporalmente su nombre a Nolhtaced -el nombre de la compañía escrito al revés- para promocionar su programa de recompra de material deportivo y fomentar hábitos de reutilización entre los consumidores. El objetivo último de la marca es contribuir a limitar el impacto en el medio ambiente y evitar el desperdicio.
Tal y como ha dado a conocer la filial belga de la compañía, además de comprar, a partir de ahora los usuarios también podrán vender material deportivo sin usar o que ya no utilicen, incluso aunque no haya sido comprado en Decathlon, a la cadena de tiendas. Decathlon lo reparará y luego lo revenderá de segunda mano y con garantía. “A través de la gama de segunda mano de Decathlon, los consumidores con menor poder adquisitivo también tienen la oportunidad de comprar material deportivo de alta calidad a un precio más reducido”.
Según comparte la firma, solo en este año ya ha recomprado 26.000 artículos durante una fase de prueba de la iniciativa, por valor de más de 593.000 euros en recibos de compra. Dichos vales cuentan con una validez de dos años y los clientes pueden utilizarlos no solo para la nueva oferta, sino también para los artículos de segunda mano o para el servicio de alquiler. Además, la compañía señala que recicla aquellos productos que no son aptos para reventa, y que dona o recicla aquellos que no acaba vendiendo como segunda mano.
Los consumidores pueden vender casi cualquier equipo deportivo que se encuentre en buenas condiciones. Por ejemplo, las tiendas aceptan todo el equipamiento deportivo, excepto productos de higiene como ropa interior, bañadores o calcetines y productos de seguridad como cascos de bicicleta o productos demasiado desgastados o dañados. Nolhtaced también acepta equipos deportivos que los consumidores hayan comprado en otras tiendas en el pasado.
“Queremos bajar el umbral de la segunda mano y aumentar el poder adquisitivo”
Desde Decathlon apuntan que su voluntad es asegurarse de que todo el mundo pueda hacer ejercicio de manera respetuosa con el medio ambiente, por lo que apuesta por sus servicios de recompra, de segunda mano, de alquiler y de reparaciones. "A primera vista, este cambio de nombre a Nolhtaced puede parecer un truco de marketing, pero sobre todo queremos dar a conocer nuestro servicio de recompra a la mayor audiencia posible y de esta manera reutilizar la mayor cantidad de cosas posible, bajar el umbral de la segunda mano y aumentar el poder adquisitivo”, ha comentado Arnaud De Coster, Responsable de Segunda Mano de la compañía en el mercado belga.
Para dar a conocer todo ello, la compañía ha reflejado su nuevo nombre temporal en los logotipos de su sitio web y sus canales de redes sociales. Asimismo, lo ha situado en las fachadas de sus tiendas en Evere, Namur y Gante con carteles que posteriormente se reciclarán en bolsas que Decathlon utilizará para transportar de forma segura los productos de su gama de alquiler.
El movimiento se produce en un momento en el que la demanda de artículos de segunda mano está aumentando en Bélgica y la cadena de tiendas quiere ampliar su gama de artículos de segunda mano para poder satisfacer la demanda. Tal y como comparte la compañía, una encuesta reciente entre más de 1.000 belgas realizada por la firma de investigación Indiville, el 30% de los encuestados indicaron que posponen la compra de nueva ropa deportiva y nuevos equipos deportivos debido al aumento del coste de la vida. Por su parte, el 20% indicaron que compran equipamiento de segunda mano y el 15% ropa deportiva de segunda mano.
Asegura haber vendido el 80% de 40.000 artículos ofrecidos de segunda mano
Es más, la compañía asegura haber vendido el 80% de los más de 40.000 artículos deportivos (26.000 productos recomprados, 15.000 productos procedentes de devoluciones o modelos de exposición y prueba) que ofrece de segunda mano en sus establecimientos desde principios de este año. Los tres productos de segunda mano más populares son las bicicletas para niños, las bicicletas de montaña y los equipos de gimnasia.
“Nuestro patrón de consumo tradicional tiene que cambiar: comprar menos productos nuevos y revender, reparar o alquilar más equipos antiguos”, ha apuntado Joeri Moons, Responsable de Sostenibilidad de Nolhtaced Bélgica. “Los consumidores también están comenzando a ver las cosas de manera diferente a como lo hacían antes. Se trata menos de posesión y más de uso”. Añade que esto, en línea con su compromiso con la circularidad, implica diseñar los productos de tal manera que puedan durar lo máximo posible.