Google Chrome consiguió en el mes de octubre un hito. Y es ser el navegador con mayor crecimiento en cuota de mercado hasta alcanzar el 31,1% de penetración, mientras que Internet Explorer y Mozilla Firefox experimentaron caídas.
Así lo afirma Net Applications, quien revela que el aumento del ‘market share’ de Chrome en octubre fue de un 1,3%.
Mientras, Internet Explorer descendió desde el 59,1% de cuota registrada en diciembre de 2014 hasta el 50,9% del mes pasado y Mozilla Firefox ha ido desde el 11,9% de diciembre hasta el 11,3% actual.
Por su parte Edge, el navegador de Microsoft disponible en Windows 10, alcanza una penetración del 2,7%.
Para Explorer esta cifra representa la peor desde que se posicionó por encima de Netscape Navigator (desarrollado por Netscape Communications); y para Mozilla, un ‘market share’ que no registraba desde 2005.
De esta forma Google Chrome continúa con el éxito que lleva ostentando en los últimos meses, dado que en el último año ha crecido un 46%, o lo que es lo mismo: ha experimentado un ascenso de 9,9 puntos porcentuales en su cuota de mercado.
¿Qué implica para el resto de navegadores?
Aunque Internet Explorer siga siendo utilizado por la mitad de los internautas a nivel mundial, el crecimiento del navegador de Google equilibra la balanza.
Y es que si estas tendencias continúan en los próximos meses, Chrome podría alcanzar un 35% de cuota, mientras que Mozilla caería por debajo del 10% e Internet Explorer se situaría por debajo del 50%.
Edge no es popular
Y a pesar de que Microsoft esté observando cómo su navegador por excelencia es usado cada vez menos por los usuarios, el mayor golpe viene de parte del nuevo explorador de Windows 10.
Porque Edge, además de no contar con la función de arrastrar y soltar, sostiene un 'market share' del 2,7% y sus previsiones no son positivas.
Microsoft ha dado a sus usuarios la fecha límite de enero de 2016 para que abandonen sus anteriores versiones de Internet Explorer y se actualicen con Edge (o Internet Explorer 11, de forma excepcional, en las versiones empresariales de Windows 10 en las que Edge no sea compatible).
Sin embargo, éstos no han adoptado a Edge como la nueva alternativa de acuerdo a los deseos de Microsoft, sino que han optado por descargar otros programas como Google Chrome. Lo que repercute en una caída para IE hasta su desaparición, la migración de tráfico a otros exploradores, y un sentimiento de decepción basado en expectativas erróneas.
¿Quién ganará la batalla en los próximos meses?