La psicología del color juega un papel decisivo en la configuración de la identidad corporativa de muchas marcas.
Es, además, uno de los aspectos más determinantes del Branding. Y de su aplicación en los logotipos depende la rentabilidad de muchos anunciantes. Tanto es así que casi el 85% de los consumidores basa sus decisiones de compra en el logo.
Por eso, con el paso de los años, las grandes firmas tecnológicas han actualizado el diseño de sus logotipos para adaptarse a las nuevas necesidades de mercado. La etapa monocromática, por ejemplo, ha quedado superada y las marcas se han abierto a un abanico de posibilidades más allá del blanco y negro. Y es que el color despierta un componente emocional en el consumidor que afecta a la percepción del logo.
Apple se ha convertido en el paradigma de cómo un logo debe adaptarse a los cambios de timón de una empresa. Ron Janoff fue el artífice la manzana mordida, un símbolo que se ha convertido en un icono de referencia a nivel mundial. La imagen limpia, sencilla y aséptica se asocia a los productos de la compañía.
Y lo mismo sucede con IBM. Su diseño circular se ha reemplazado por uno mucho más geométrico en el que el peso recae sobre las iniciales de la marca.
Aunque si hay un ejemplo de evolución, ése es el de Canon y Nokia. La primera renovó su logo de inspiración oriental y lo reemplazó por otro mucho más sobrio con una tipografía más inteligible en color rojo.
Nokia, por su parte, renunció al pez que centraba sus primeros diseños y se apuntó al lema de "menos es más". La empresa de telefonía comenzó como una maderera en 1885 y, desde entonces, ha vivido cinco rediseños hasta poner en práctica su ‘Connecting people’.