La marca automovilística ha decidido actualizar su imagen en un intento por hacer que su identidad sea “más fuerte, más brillante y más cálida”.

Un cambio que han desarrollado de manera interna y que vuelve a apostar por el famoso diamante, presente desde 1925, otorgándole así una mayor profundidad a la imagen. También se ha añadido un nuevo tipo de letra y se ha ampliado el tamaño con el objetivo de mejorar la legibilidad, al ser “un factor especialmente importante en los nuevos mercados”, según ha afirmado Guillaume Boisseau, Director de Marca del Grupo Renault.

El nuevo diseño mantiene el efecto tridimensional que introdujo Victor Vasarely en 1972 con las líneas angulares. Un recurso que fue eliminado en 2007, cuando la consultora Saguez & Partners decidió reidiseñar el logo.

En su búsqueda por ese “brillo”, una de las novedades del diseño se encuentra en el juego de luces y sombras, que aporta al logo un resplandor propio. La otra variación radica en la eliminación del fondo amarillo, que se ha reducido a un rectángulo.

Guillaume Boisseau, además, ha asegurado que el resultado es “un logo más grande que da una mayor impresión de calidad”. Además, con la eliminación de la caja de color amarillo, la compañía pretende conseguir aumentar el impacto de su marca.

Renault complementa este cambio con un nuevo eslogan, “Pasión por la vida”, desarrollado también internamente y presentado por los empleados de la compañía.