La configuración de la identidad corporativa define la personalidad de las marcas. Debe ser única, singular y contribuir a transmitir todos los intangibles asociados a la empresa.
Una teoría que, sobre papel, los profesionales de la Publicidad aseguran conocer, pero que en la práctica no es tan sencilla de aplicar.
Y eso precisamente es lo que le ha pasado a Self Bank. La entidad, con una trayectoria de seis años en el ámbito de la Bolsa y las inversiones, decidió a principios de este año ampliar su abanico de servicios con el nacimiento de un banco digital enfocado al público generalista.
Una decisión que llevó aparejada la renovación de su imagen de marca y, con ella, el descuido de reproducir un patrón corporativo muy parecido al de la Fundación Aquae.
Esta fundación, creada en septiembre de 2013 en torno a una gestión social y sostenible del agua, ya incorporó desde el inicio los colores que permiten su reconocimiento y que Self Bank ha hecho suyos en su renovada imagen de marca.
Las flechas y la combinación azul-magenta de Self Bank recuerdan mucho a la identidad visual de Aquae, con una salvedad: la entidad apuesta por el fondo claro en su home, mientras que la fundación lo tiñe completamente de negro.
El detalle del fondo diferente en la home de ambas marcas pone algo de distancia entre ellas pero las semejanzas en sus identidades corporativas acaban por confundir. En este sentido, la industria creativa y las empresas deberían vigilar con más detalle el diseño y los patrones seguidos por el resto para no lanzar identidades que ya existen y comprometer así su diferenciación.
Respecto al diseño, Self Bank argumenta que al no disponer de sucursales y convertir su site en el centro de operaciones, el banco ha optado por una “página web muy visual” desde la que poder gestionar todos los movimientos.
La fundación todavía no se ha pronunciado sobre este asunto, pero en cuanto tenga noticias de ellos os las cuento.
Una cultura empresarial parecida
La imagen corporativa representa, en definitiva, los valores que definen a la marca. Y, en este punto, diseño y filosofía se dan la mano.
Investigación, emprendimiento e innovación son los pilares sobre los que se asienta la labor de la Fundación Aquae. Así lo registra en su página web, donde muestra además su deseo de generar toda una economía circular en torno al agua.
Un activo distinto es el que mueve los intereses de Self Bank, que basa su actividad en el compromiso, la innovación y la transparencia.
La innovación está, por lo tanto, en el ADN de estas dos firmas que, pese a pertenecer a segmentos muy distintos, expresan con recursos muy parecidos su verdadera razón de ser.
Pero el no haber sabido aprovechar la variedad de interfaces disponibles y el espectro de recursos con que cuentan agencias y diseñadores desmerece estos parecidos y termina por restar valor diferencial a ambas marcas.