Elon Musk, CEO de Tesla y CFO de X -antes Twitter-, trabajará para Donald Trump, vencedor de las últimas elecciones celebradas en Estados Unidos. El que será futuro Presidente ha nombrado al empresario responsable del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (Department of Government Efficiency, DOGE). Compartirá el liderazgo del área con el empresario republicano Vivek Ramaswamy.
“Juntos, estos dos maravillosos americanos dibujarán el camino para que mi legislatura desmantele la burocracia gubernamental, cortar el exceso de regulaciones, reducir los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales”, explica Trump en un comunicado que Elon Musk ha compartido en su perfil de la red social que adquirió a finales de 2022.
"Esto hará temblar el sistema y a todos los implicados en el despilfarro gubernamental, que son muchos”, ha comentado por su parte el empresario en el propio comunicado. Musk ha desempeñado un papel activo durante la campaña de Donald Trump, participando en mítines y llegando a invertir cerca de 200 millones de su propia fortuna en el apoyo al candidato.
Con todo, tal y como señala el futuro Presidente de Estados Unidos, el nuevo departamento ofrecerá asesoramiento y consultoría desde fuera del Gobierno, se asociará con la Casa Blanca y la Oficina de Gestión y Presupuesto con el objetivo de "impulsar una reforma estructural a gran escala, y crear un enfoque empresarial del Gobierno nunca visto hasta ahora".
Trump apunta también que la tarea encargada a Musk y Ramaswamy tiene una fecha límite, ya que deberá concluir el 4 de julio de 2026, día que, tal y como ha destacado, coincide con el 250 aniversario de la Independencia de Estados Unidos. También ha puesto de relieve que espera que el departamento acabe con los 6,5 billones de dólares anuales que hay en "despilfarro y fraude" en el gasto público.
A lo largo de la campaña de Trump, Elon Musk ha expresado en numerosas ocasiones us posicionamiento respecto al gasto público y la necesidad de establecer un área de eficiencia. Esta, además, en sus siglas hace una alusión a Dogecoin, la criptomoneda que el CEO de Tesla promueve desde hace años.
También ha defendido el despido de cientos de funcionarios como vía para reducir gasto público.
Lo cierto es que las responsabilidades otorgadas a Musk podrían llegar a beneficiar sus negocios. Una de sus funciones, según ha explicado Trump, será “reestructurar las agencias federales”, lo que podría desembocar en una reducción de sus competencias. Cabe recordar que estas entidades reguladoras son las que están poniendo coto al desarrollo de la actividad de Space X o la propia Tesla.
En más de una ocasión Elon Musk ha expresado su opinión respecto a la creación de vías más sencilla para la aprobación de certificaciones, permisos o concesiones para el desarrollo de los vehículos autónomos, frente a las que considera las complicadas normativas actuales.
El efecto de la victoria de Donald Trump en los comicios del pasado 5 de noviembre ya se están percibiendo en los negocios de Elon Musk. El viernes pasado Tesla superó el billón de dólares de valor en Bolsa, un hito que no conseguía desde 2022.
La designación de Elon Musk para la asistencia al gobierno de Trump en su segundo magnate no resulta sorprendente. El pasado mes de mayo el candidato ya puso de relieve sus intenciones de contar con él para su equipo si ganaba las elecciones, y más adelante confirmó que le encargaría una reforma de la Administración si resultaba elegido.
