El reparto de Amazon mediante drones se estanca y el gigante del comercio electrónico señala a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) como responsable directo.
Si hace sólo unos días el organismo concedió a Amazon una licencia experimental para avanzar en su proyecto de reparto con drones, la FAA ha actualizado ahora la normativa sobre el uso comercial de estos dispositivos y se ha encontrado en frente a la corporación de Jeff Bezos.
La compañía no ha visto con buenos ojos la nueva normativa a la que su vicepresidente de Políticas Globales, Paul Misener, no ha dudado en calificar de “obsoleta”.
En este sentido, el directivo ha explicado que la empresa está innovando con drones más sofisticados que los que contempla la FAA y que, por lo tanto, la normativa carece de validez en este punto.
Y es que el proyecto de Amazon pasa por repartir mediante drones independientes. Es decir, aparatos que operen sin intervención humana y no requieran la existencia de un piloto como hasta ahora fija la FAA.
Menos burocracia
Paul Misener ha recordado, además, los plazos que la FAA tiene para este tipo de concesiones, y que en el caso de Amazon se demoró hasta en “un año y medio”. Una razón por la que insta a la administración a agilizar sus trámites y equiparar sus políticas a las de otros organismos europeos como la European Aviation Safety Agency (EASA).
La nueva normativa suma, por tanto, un obstáculo más al reparto de Amazon en Estados Unidos. Un plan que, de no prosperar en aquel país, la multinacional podría implementar en Reino Unido en 2016.