Apple no ofrecerá datos sobre las ventas del iPhone 7 durante su primer fin de semana en el mercado. De esta forma, la compañía se lo pondrá más difícil a los analistas a la hora de valorar el éxito o fracaso del nuevo teléfono.
Los de Cupertino han decidido acabar con lo que era una práctica habitual de los últimos años porque se ha convertido más bien en “un indicador de la oferta, no de la demanda”.
Según declara una portavoz de Apple a la agencia Reuters, “con los pre-encargos que abrimos una semana antes, ya sabemos si el iPhone se va a vender o no”. Por lo tanto, “estas ventas iniciales están gobernadas por la oferta, no por la demanda, y hemos decidido que ya no es un indicador relevante para nuestros inversores y clientes”.
El iPhone 7 ya puede encargarse y Apple empezará a hacer entregas de pedidos a partir del 16 de septiembre.