Carlos Slim ha decidido jugar sus cartas y anular los planes de FCC. La segunda mayor fortuna del planeta ha entrado en la firma como un elefante en una cacharrería y ha tirado por tierra la estrategia que hasta entonces seguía la constructora.
El magnate mexicano, que se convirtió en el mayor accionista de FCC, ha cambiado el rumbo de la firma desde la que se ha reconocido que “no vamos a hacer plan estratégico”. Así lo ha recogido su consejero delegado, Juan Béjar que, en su lugar, ha matizado que “nuestro plan se llama normalidad”.
Entre los planes del hasta ahora consejero delegado se encontraban algunas desinversiones como la venta del 36,88% del capital que FCC mantiene en la inmobiliaria Realia y la salida de Globalvia. Unos planes que ahora han tomado una dirección distinta y que pasan por mantenerse como accionista mayoritario en el capital de la inmobiliaria.
Más frentes abiertos
La venta del 3% de Yoigo es otro de los asuntos que todavía colea y que “no está resultando sencilla” a FCC.
En este sentido, la irrupción de Carlos Slim como máximo accionista de la compañía ha dejado en suspenso algunos de los planes que tenía la empresa, que busca ahora en Latinoamérica nuevas oportunidades de negocio.
“Nos apoyaremos en esta relación para contratar más y mejor” concretó Béjar, que desveló además que gestión de residuos y gestión integral del agua serán los principales activos para el crecimiento de la compañía en el futuro.
Los cambios se suceden en los cuadros de mando
Los colaboradores de Carlos Slim se han hecho un hueco en el grupo constructor y han tomado posesión de sus nuevos cargos. Así la dimisión de Luis Sáenz de Miera como presidente y consejero delegado de Cementos Portland y la salida de Esther Koplowitz como vicepresidenta segunda han precipitado una serie de cambios que han hecho fuertes a los hombres de confianza de Slim.
Así, la inmobiliaria AEG, propiedad de Carlos Slim, queda representada por Alejandro Aboumrad, mientras que Juan Rodríguez Torres entra en la sociedad Inmuebles Inseo.