Unos días después de las elecciones, el Gobierno ha anunciado una drástica reducción del presupuesto de Enisa (Empresa Nacional de Innovación S.A.) para empresas de base tecnológica. De los 20,4 millones de euros previstos inicialmente se ha pasado a 1,7 millones de euros. Es decir, un 91% menos.
Algo que sorprende porque desde que se creó en 2001 la Línea Enisa EBT (Empresas de Base Tecnológica), siempre había mantenido una progresión gradualmente ascendente.
Para las startups que fueran a recurrir a esta línea de crédito, el Gobierno ha querido tranquilizarlas recordando que podrán acceder a otras cuatro líneas comerciales: Jóvenes Emprendedores, Emprendedores, Competitividad y Agenda Digital, en un intento por hacer encajar a estas empresas en otras vías de financiación.
Y desde Enisa nos recuerdan que el presupuesto total de 2016 asciende a 82,6 millones de euros para financiar de manera conjunta a pymes y emprendedores, startups y empresas base tecnológica.
Además, en España existen otras alternativas para la financiación de startups, como es el caso de las ayudas Neotec, que cuentan este año con 20 millones de euros para financiar alrededor de 100 empresas a fondo perdido, con una media de 200.000 euros por empresa.
Aunque según Diego Soro, el CEO de Fundera, no es suficiente: "Neotec ha sido, y sigue siendo el mejor instrumento de financiación pública para proyectos intensivos en innovación. Que se haya duplicado su presupuesto este año es una gran noticia para el ecosistema emprendedor, aunque creo que sigue siendo insuficiente".
Las empresas que lo soliciten deben ser capaces de acreditar una tecnología disruptiva, tener menos de 4 años de vida y un capital social mínimo de 20.000 euros.