En septiembre ya conocíamos que a Quiksilver no le estaba yendo muy bien: se declaró oficialmente en bancarrota.
Según datos emitidos por la multinacional, se vio obligada a ampararse en el Capítulo 11 de la ley de Quiebra estadounidense, decisión que fue apoyada por el 73% de los titulares, debido al descenso de las ventas.
En concreto perdió 309 millones de dólares en una caída del 13% de sus ingresos. Aunque ha podido seguir operando con normalidad hasta ahora gracias a la actuación de Oaktree Capital Management, firma que invirtió 175 millones de dólares para asegurar la integridad del grupo y sus marcas.
Y ahora Quiksilver ya no tendrá que ampararse más en el undécimo capítulo de la Ley de Quiebras de EEUU, porque la mayoría de sus acciones pasan a ser parte de Oaktree Capital Management.
Pero no es la única novedad.
Pierre Agnes, hasta ahora Presidente de la multinacional, ahora se convierte en su CEO. Y en sus primeras palabras como Chief Executive Officer Agnes declara que “este es un testimonio de nuestra fuerte visión, liderazgo y la resistencia de nuestras marcas”, además de “un hito importante en la evolución de Quiksilver”. “Estamos muy contentos con la decisión de The American Court, quien ha aprobado el plan para emerger de la bancarrota sólo meses después de firmar nuestras peticiones voluntarias”.
Además, explica que éste es un nuevo comienzo para la compañía, que ha encontrado en Oaktree un partner que le proporciona una estrategia adicional y expertise operacional.
Por su parte, David Tanner, Managing Director de Oaktree, ha declarado que esperan “poder colaborar en la gestión de Quiksilver para seguir elaborando y conduciendo el programa de reestructuración durante años”.
Así pues, el plan confirmado por The American Court se hará efectivo el día 8 de febrero, fecha en que comenzará la nueva etapa de Quiksilver en Estados Unidos.