La crisis del coronavirus ha agilizado procesos transformadores en múltiples campos, evidenciando que la tecnología ya es capaz de ‘suprimir’ las distancias y garantizar una comunicación de calidad. Uno de los campos donde más se ha demostrado esta evolución es en la educación.
Desde el mes de marzo, los escolares de España se han visto obligados a recibir clases de forma online y parece que la dinámica se podría prolongar al inicio del curso 2020-2021. Por ello, BBVA y la Fad han puesto en marcha la iniciativa ‘Educación Conectada’, con la que pretenden ayudar en el proceso de transformación educativa ante un panorama post-covid. Su propuesta ha sido la de invitar a jóvenes estudiantes de entre 18 y 29 años para plantear soluciones a los posibles problemas derivados de esta situación a través del concurso de ideas 'Escuelas pospandemia. Jóvenes repensando las aulas'.
El objetivo principal de este programa es ofrecer soluciones adaptables e innovadoras desde la experiencia y formación de diferentes ámbitos académicos (arquitectura, educativo, sanitario....) y que puedan servir de inspiración a los centros escolares y docentes, especialmente a aquellos que cuentan con población vulnerable, de cara al inicio del curso escolar 2020/2021. También se intenta involucrar a los jóvenes en propuestas innovadoras, y hacerles protagonistas de soluciones realistas y factibles.
Desde el 18 de junio al 15 de julio, los jóvenes han enviado sus propuestas a las dos modalidades del concurso: 'Jóvenes repensando espacios' y 'Jóvenes repensando modelos educativos'. Estas candidaturas han sido valoradas por un jurado compuesto por expertos en materia educativa, como el Secretario de Estado de Educación, del ministerio de Educación, Juan López Martínez; el profesor e investigador experto en innovación educativa, Manuel Fernández Navas; el arquitecto y profesor de Proyectos de la Universidad Rey Juan Carlos, José Mª Echarte; o la directora de Programas Sociales de BBVA, Lidia del Pozo.
Jóvenes repensando espacios
Esta primera modalidad centraba su planteamiento en ver la forma en que se pueden repensar las aulas de enseñanza para que permitan que, tanto docentes como alumnado, estén en un ambiente seguro. Es decir, buscar soluciones para mejorar el uso, polivalencia y versatilidad de los centros escolares frente a las condiciones de distanciamiento, seguridad e higiene establecidas.
La iniciativa ganadora en esta categoría, dotada con un premio de 1.500 euros, ha sido la presentada por Enrique Cilleruelo, estudiante de 23 años en la ETSAM de la Universidad Politécnica de Madrid, que propone teselar en hexágonos el suelo de las aulas y espacios escolares existentes. De esta forma, se puede aprovechar de una forma más eficiente el espacio, manteniendo la distancia de seguridad entre estudiantes.
Además, propone módulos de arquitectura desmontables (formados por un esqueleto metálico y paneles antipatógenos) que, basándose en el hexágono como forma de distribución de pupitres, amplíen los espacios útiles de los centros escolares.
El segundo premio, dotado con 1.000€, ha sido para la idea presentada por Marta Jiménez, estudiante de 23 años en la ETSAM de la Universidad Politécnica de Madrid. Su propuesta plantea a los estudiantes la construcción de un traje EPI propio, que les permita mantener un contacto con sus compañeros. Un “traje de carnaval constante” que usarán cuando entren en el centro escolar.
El tercer premio, y los 500 euros correspondientes, han caído en las manos de Laura Manglano, estudiante de 19 años de la Universitat Politècnica de Catalunya, que propone la instalación de mamparas separadoras de cartón reciclado y metacrilato entre pupitres, una iniciativa barata y sostenible.
Jóvenes repensando modelos educativos
La segunda modalidad del concurso se centraba en ver cómo se puede adaptar la presencialidad de las clases a un sistema mixto de formación (presencial y digital), para que permita el éxito de los estudiantes en el ámbito académico. Es decir, diseñar nuevos modelos educativos para centros escolares que permitan mejorar la transición de una educación presencial a otra digital.
El primer premio (1.500€) ha sido otorgado al proyecto presentado por Mariely Pulgar, estudiante de 20 años de la Universidad Carlos III, que propone instaurar en los centros educativos un régimen de semipresencialidad mediante la rotación de grupos estables de alumnos y alumnas.
Además propone establecer un sistema de puntos para valorar la vulnerabilidad del alumnado que debe ser primado en el reparto de recursos, así como una participación activa del AMPA para asegurar que toda la comunidad educativa tenga las mismas oportunidades.
Esther Polo, estudiante de 25 años de la Universidad de Málaga, se ha llevado el segundo premio de la categoría (1.000€) por su propuesta de “reconstruir los horarios lectivos” dividiendo cada grupo en dos (mañana/tarde) con un máximo de 13 alumnos por aula. La propuesta también contempla la posibilidad de dar clase por streaming a partir de 5º de Primaria, la reagrupación de asignaturas trabajando por proyectos y el establecimiento de recreos guiados que incluyan actividades de poco contacto entre alumnos.
El tercer premio (500€) ha sido para el proyecto de Carla López, estudiante de 20 años de la Mondragon Unibertsitatea. Su iniciativa propone un modelo bi-modal que conjuga educación presencial con educación a distancia. La propuesta separa los contenidos de cada asignatura en un marco teórico y práctico, con la idea de que se trabaje por proyectos y learning by doing.
Todas estas propuestas innovadoras se presentarán a la comunidad educativa en un encuentro que se celebrará al inicio del curso escolar 2020/2021.
De esta forma, los profesionales de la educación contarán con nuevas posibilidades para reformular su acción y la de los alumnos.