A la gente le gustan los gatos. O, al menos, a internet le gustan los gatos. El contenido felino abunda en todos los rincones de la red a consecuencia del interés y simpatía que estos animales despiertan entre la gran mayoría de gente. Y las marcas, conscientes de la peculiar fascinación que el mundo siente por los gatos, han puesto la emocionalidad en el centro de sus comunicaciones comerciales como palanca para conectar con los consumidores.
Así lo demuestra la última campaña de Sheba, marca de productos de alimentación para gatos del grupo Mars, para promocionar su nuevo producto de gama premium Gravy Indulgence Entrées. Bajo el título "The Gravy Race", ideada por la agencia creativa AMV BBDO, ha organizado una competición entre algunos de los gatos más populares de las redes sociales -con un alcance conjunto de 55 millones de usuarios- para determinar cuál de esos felinos es al que más le gusta este nuevo snack.
Así, ha puesto a competir a esos gatos a ver cual es el que, lamida a lamida, llega antes a la meta de una línea trazada con el producto de Sheba. Ha contado, además, con la participación de Ian Eagle, comentarista deportivo estadounidense y apasionado de los gatos. Éste, como puede verse en las piezas difundidas en redes sociales, ha comentado los distintos enfrentamientos entre las mascotas.
Además, ha puesto en marcha un concurso para que todos los dueños de gatos que lo deseen puedan acceder a la posibilidad de ganar una tarjeta regalo por valor de 3.000 dólares y un surtido de productos Sheba para un año. Los interesados pueden hacerlo a través de TikTok respondiendo a la publicación de la marca con un video de su propio gato haciendo su propia carrera; y a través de Instagram con el nombre del gato participante en la competición que cree que va a ganar.
Los distintos enfrentamientos de este particular torneo se han difundido a través de los canales sociales de la marca, así como en los de los gatos participantes -donde, en algunos caso, los vídeos alcanza hasta los 2,1 millones de reproducciones-. La campaña también ha contado con activaciones de influencer marketing, anuncios digitales y publicidad exterior. Es más, se han retransmitido en las pantallas de Times Square en Nueva York.
El perro perfecto es un gato, según Whiskas
Por su parte, Whiskas también está comunicando apoyándose en el atractivo social que suscitan los gatos. O, en el caso de la campaña “The Meowzer”, el interés de las personas hacia perros que no reúnan determinadas características y que suponen, al mismo tiempo, algunas de las ventajas de los felinos domésticos, puesto que requieren menos atención y cuidados.
La marca, también del grupo Mars, ha basado su última campaña, ideada por Colenso BBDO, en las búsquedas que la gente realiza en internet sobre tipos de perros para sugerirles que quizá un gato sea la opción más adecuada. "La gente busca perros que no ladren, que no necesiten que los paseen, que no necesiten ser entrenados y que estén felices durante largos períodos en casa; en otras palabras, están buscando un gato", han comentado desde la marca.
Así, la campaña consiste en un breve test en el que los usuarios pueden señalar las características de su vivienda, quienes la habitan y los rasgos que busca en un Meowzer. El sitio web creado para la iniciativa ofrece resultados de búsqueda basados en esas indicaciones con perfiles de gatos en adopción presentes en la plataforma MyHooman. El objetivo de la acción es evitar el abandono o el regreso de los perros a refugios por la incompatibilidad con los dueños y permitir que quienes deseen una mascota encuentren al gato en adopción más adecuado.
La campaña cuenta con colaboración de influencers y creadores de contenidos vinculado al mundo de las mascotas -tanto perros como gatos- con la intención de trasladar a los usuarios las ventajas de adoptar un gato. También cuenta con ejecuciones de publicidad exterior.
Ambas campañas, procedentes de dos de las principales marcas de productos de alimentación para mascotas, evidencian una notable evolución en la forma de comunicar de la categoría. Esta ha elevado su discurso y, aunque mantiene comunicaciones basadas en la conveniencia y la naturaleza de los productos, ahora pone también el foco en las implicaciones sociales, incluso personales, de convivir con mascotas. Sean perros, gatos o meowzers.