Leía hace unos días en el sitio web de una consultora danesa de tendencias: “el futuro no está en algún lugar al que vayas, tú creas el futuro”. Y me pareció tan revelador, inspirador y real. La posibilidad de ver y crear el futuro emergente me llena de energía.
Estamos en el primer mes de un nuevo año y cambiar de dígito no es suficiente para que las cosas cambien sin más. Se requiere ponerse a crear ese futuro para vivir en él. Se precisa crear ese cambio. Ser consciente y agradecer lo que hubo, lo que hay y lo que habrá.
Enero es un mes de reflexión, de mirar hacia atrás para tomar impulso hacia delante. Así que plena de gratitud por la oportunidad que me da este espacio de reflexión, comparto con vosotros la visión de cómo creo que el futuro pasa por la confluencia equilibrada de 4Ps (People, Planet, Purpose y Profit). Para mí es eso o no es futuro.
Desde que leí el libro “Desigualdad: un análisis de la (in)felicidad colectiva” donde se habla de la desigualdad desde una perspectiva diferente, me di cuenta de cómo la desigualdad no solo afecta al individuo, sino también a la sociedad en general. Y vi el bien común que supone la igualdad, con efectos directos en nuestro bienestar.
La contribución a conseguir una mayor igualdad ha estado muy presente en mi vida de diferentes maneras. No somos personas, por un lado, y profesionales, por otro. Somos algo único, solo que mostrándonos en diferentes situaciones. Y en todas, la búsqueda por la igualdad ocupa mucho espacio.
No somos personas, por un lado, y profesionales, por otro. Somos algo único, solo que mostrándonos en diferentes situaciones
En mi hogar hablamos mucho de la necesidad de igualdad de manera natural, orgánica (como un deseo al que aspirar). Y es algo que me gusta trasladar también a mis hijos y que conozcan la importancia de trabajar para que familias que no tienen, puedan tener en el futuro. Me encanta contarles una y otra vez cómo en Johannesburgo como familia pusimos nuestro grano de arena para conseguir que familias vulnerables tuvieran acceso a la electricidad a través de dispositivos solares. Mis hijos saben que hay familias que no tienen acceso a algo tan básico como agua y electricidad, y también sienten que no está bien y que sus padres trabajan de manera directa o indirecta para cambiarlo. Hoy por ejemplo saben cómo siento que contribuimos a mejorar el día a día de las personas a través de nuestras soluciones para el hogar.
Creo que las empresas nos diferenciamos precisamente por esto, por tener la intención de hacer cosas para que las cosas cambien. Me siento privilegiada de poder contribuir desde una empresa en la que “tener un impacto positivo” es algo que resuena por toda la casa. Personas, Propósito, Planeta y “Profit” vamos de la mano.
Para nosotros, IKEA, no es algo nuevo, es algo que ha estado siempre en nuestro ADN, pero ahora tenemos más presente que nunca la necesidad de contribuir a la igualdad de oportunidades con nuestro nuevo Propósito de compañía en España, porque estamos convencidos de que todos merecemos un verdadero hogar. Así de claro, sencillo y directo: TODOS MERECEMOS UN VERDADERO HOGAR.
Últimamente siento más que nunca que los vulnerables nos necesitan a su lado. La brecha social y económica en Europa y especialmente en España ya era grande, pero la COVID ha generado que la separación sea aún mayor.
En los meses de confinamiento tenía un pensamiento recurrente y mi mente no podía parar de ir a esos hogares donde no solo estaban encerrados, sino donde el hogar que yo sentía como mi refugio quizá no lo estaba siendo. No podía dejar de leer noticias y visualizar situaciones cotidianas que serían aún más difíciles en estas circunstancias. Una vez más, la desigualdad se hacía patente y golpeaba más a algunas personas.
Y sabemos que la educación es una poderosa herramienta para conseguirlo. Y beneficia no solo al individuo, sino a la sociedad en su conjunto. Estuve viviendo varios años en Sudáfrica y me viene a la mente una de las consignas de Mandela “la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Y nosotros tenemos la intención de cambiarlo.
Hay algo que no debemos perder de vista: quiénes somos en realidad, cuál es nuestro propósito y nuestros valores
Por eso, nuestra primera acción estas Navidades pasó por donar muebles a Save The Children para el estudio en el hogar que precisamente se materializará esta semana. Creemos que es importante que los niños encuentren ese lugar donde poder echar a volar su imaginación para crear el futuro. Porque el estudio y la formación son la mejor arma para empezar a combatir la desigualdad y llenar los hogares de igualdad de oportunidades. Pero esto es solo el comienzo, y seguirán muchas más acciones duraderas en el tiempo que faciliten que las familias en España tengan ese VERDADERO HOGAR.
Vivimos un cambio de era, un cambio de paradigma, pero hay algo que no debemos perder de vista ni en nuestras vidas ni en nuestras responsabilidades: quiénes somos en realidad, cuál es nuestro propósito y nuestros valores. Y además, el propósito de compañía tiene la belleza de que se ve reflejado en la cuenta de resultados.
Siento que es el momento de empaparnos hasta los huesos de cambio con propósito, por una sociedad mejor. Galeano decía que la utopía está en el horizonte, y que cuando tú te mueves dos, esta se mueve 10 pasos: y si te mueves 10 parece que esta se mueve más allá del horizonte. Pero que ese es el punto principal de la utopía: movernos, seguir caminando. Deseo que ojalá encontremos muchos compañeros en este viaje. En IKEA somos más de 8.000 colaboradores trabajando para ello. Porque tenemos confianza plena en nuestro propósito. ¿Quién más se une?