Elon Musk realizaba hace unos días la prometida primera demostración del chip que pretende conectar el cerebro humano con los smartphones. La presentación del proyecto, desarrollado por Neuralink y que duró alrededor de 70 minutos, la realizó tras haber implantado hace dos meses el chip a la cerda Gertude, lo que ha indignado a varias organizaciones defensoras de los animales.
PETA, la ONG animalista más conocida, ha sido una de las que más han resonado en este sentido, al desafiar al CEO de Tesla “a que se comporte como un pionero e implante el chip de Neuralink en su propio cerebro”.
En un comunicado la presidenta de la ONG, Ingrid Newkirk, ha criticado que el experimento se llevase a cabo “explotando a cerdos inteligentes y sensibles que no se ofrecieron como voluntarios para la cirugía” y ha añadido que la organización, cuyo lema dice, en parte, que los animales no son nuestros para experimentar con ellos, se opone al "especismo, una cosmovisión supremacista humana".
La presentación buscaba contratar técnicos
Durante esta presentación, que según el propio empresario californiano buscaba contratar técnicos para Neuralink, se fue mostrando la actividad de varios cerdos. Algunos con chip implantado, otros a los que se lo habían quitado y otro que no contaba con ningún chip para tratar de demostrar que la implementación en el cerebro no supone ningún riesgo. Además se enseñó la actividad cerebral de Gertrude, que ya llevaba dos meses con el chip implantado.
Elon Musk también aprovechó la ocasión para enseñar el tamaño del chip: 23x8 milímetros y la nueva versión de un robot quirúrgico, que operaría sin tener que anestesiar al paciente.