Sabroso y punto. Esa es la traducción al castellano de 'Vkusno i tochka', el nuevo nombre bajo el cual McDonald's ha reabierto en Rusia este domingo, después de que la multinacional estadounidense de comida rápida abandonara el país el pasado mes de abril tras la invasión a Ucrania y de que el empresario Alexánder Góvor se hiciera con el negocio ruso de la cadena. 

De esta forma, más de tres décadas después de que abriera en Rusia el primera restaurante McDonald's, Sabroso y punto ha comenzado su andadura reflejando una nueva etapa en la economía del país y también a nivel internacional. Aunque sin el icónico Big Mac y sin los populares arcos amarillos, el establecimiento de la plaza Pushkin, en Moscú, está ya ofreciendo un menú básico pero similar al de su predecesora. 

Sabroso y punto, que ha asumido el control de los 850 restaurantes que la multinacional estadounidense operaba en el país, ha abandonado la emblemática 'M' amarilla de McDonald's y se identifica, tal y como ha podido verse en una de las inauguraciones de las 15 tiendas que han comenzado a funcionar, con un círculo verde con un pequeño círculo rojo y dos barras naranjas que pretenden aludir a una hamburguesa y dos patatas. Además, la compañía ha apostado por un nuevo eslogan: "Cambió el nombre pero no el amor".

Según informa El País, el menú que actualmente ofrece Sabroso y punto es bastante simple. Cuenta solo con tres opciones de hamburguesas y otras tres opciones para postres -que consisten en helados con sabores-, además de las patatas. De momento, ni las bolsas ni los envases cuentan con logotipo alguno y los refrescos, tampoco se encuentran identificados. Tal y como ha informado Reuters, la compañía todavía dispone de reservas de Coca-Cola, pero está buscando un nuevo proveedor de refrescos, ya que la multinacional también suspendió sus ventas en Rusia. 

Los locales mantienen la estética y distribución de los de McDonald's, aunque ya no se alude al nombre y productos de la compañía en ningún lugar. Además, la composición de las hamburguesas no ha cambiado, se ha mantenido el equipo de McDonald's, y los precios parecen haberse mantenido o, en su defecto, revisado a la baja, según apunta Reuters. 

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El objetivo de Alexánder Góvor, quien desde 2015 gestionaba 25 restaurantes de McDonald's franquiciados en Siberia, es abrir esta semana 50 establecimientos más, y otros 200 para finales de este mes. El proceso de apertura de tiendas continuará a un ritmo de entre 50 y 100 restaurantes semanales a lo largo de todo el mercado ruso, con la intención de alcanzar pronto los mil establecimientos. 

Como parte del acuerdo suscrito por Góvor con la multinacional estadounidense, el empresario no usará ni las marcas ni los menús de McDonald's y deberá preservar los miles de empleos que brindaba la compañía durante al menos dos años. No obstante, según las autoridades rusas, McDonald's aún conserva el derecho a recomprar sus restaurantes en un plazo de 15 años. 

Sabor y punto ha sido recibido entre opiniones encontradas. Algunos consumidores aseguran que los productos de la nueva compañía les hacen añorar el Big Mac y el McFlurry de la McDonald's original, mientras que otros apuntan que el menú de la firma rusa es más rico y jugoso. Pese a todo, la inauguración de los nuevos etablecimientos ha despertado el interés del pueblo ruso, que ha acudido por centenares a probar la nueva propuesta de comida rápida. 

La apertura de Sabroso y punto marca una nueva era de “capitalismo ruso” en el que las marcas nacionales pueden comenzar a ganar terreno ante la grande compañías internacionales, como Starbucks, Pepsi o McDonald's, retiradas del país tras la invasión a Ucrania. Para muchos, Sabroso y punto marca el inicio de una etapa de autosuficiencia en la economía rusa bajo las sanciones occidentales.