H&M tiene miles de tiendas repartidas por todo el mundo. En el 2011 tuvo un beneficio de casi 1800 millones de euros (un 15% menos que en 2010) y creó más de 7000 puestos de trabajo. Pues bien... todo ese esfuerzo y toda esa superimagen de marca se puede ir al traste de la noche a la mañana en cuanto un diseñador decide plagiar en vez de crear y en cuanto una responsable del servicio de atención al cliente decide creerse más importante que el propio cliente.
Me he metido en el Facebook de H&M con casi 10millones de fans y el muro está que arde!!
Así, por un empleado que hace mal su trabajo y por una gestión de crisis mal planteada, ahora se mirarán con lupa los diseños, se lanzarán teorías y rumores y quizá la empresa deje de facturar un par de millones....¡¡Menuda gracia!!
Ahora quiero ver cuanto gana la diseñadora y qué hace con ese dinero... ¿no le debe algo a la sociedad que la ha defendido en este juicio popular?
H&M plagia un diseño y las redes sociales se lo hacen pagar
Otra nueva muestra del poder de los internautas. H&M plagió el diseño de una artista estadounidense y lo utilizó para adornar una serie de felpudos y cojines. Tori LaConsay, que así se llama la diseñadora, contó su caso a una web y la indignación de los internautas ha hecho el resto.
Un felpudo y un cojín con un diseño sencillo y algo naïf le ha montado un incendio a H&M en Internet de los que cuesta rehacerse. "Estás guapo hoy", dice el estampado, con un sencillo corazoncito rojo.
El problema llega cuando la artista norteamericana Tori LaConsay envía un mail a la web Regretsy.com en el que cuenta que ese diseño que vende H&M en Reino Unido es suyo. En 2008, decidió regalar a los vecinos de su barrio en Atlanta un mural con un mensaje positivo y que les hiciera sonreír cuando van a trabajar. La cadena nórdica se lo había apropiado sin ponerse en contacto con ella ni, evidentemente, pagarle.
Cuando los lectores de la web, indignados, mostraron su ira a H&M la respuesta no fue la mejor. Regretsy publica un intercambio de correos clarificador. El usuario lo tiene claro: "¡Qué vergüenza de diseñadores vagos! Tori merece ser recompensada. No pienso comprarles nunca más".
La respuesta de la empresa deja bastante que desear: "Gracias por su e-mail. Sentimos mucho escuchar que no nos va a comprar más".
Ante tan desastroso movimiento del servicio de atención al cliente, la indignación fue creciendo. El Facebook de H&M se llenó de mensajes reprobando la actitud de la marca. La bola era imposible de parar.
La marca trataba de dar respuestas con un comunicado en su muro: "Pedimos perdón si alguien pensó que hemos copiado, lo que nunca fue nuestra intención (...) Simplemente nos hemos inspirado, después de ver muchos mensajes, para crear algo similar en una fuente diferente, cambiando tamaños de letra y poniendo el corazón en un lugar diferente".
Viendo la foto de ambos diseños, resulta difícil creer la explicación de H&M.
Con las redes sociales echando humo, la marca dio otro paso atrás. "Sentimos la respuesta que han recibido de nuestro servicio de atención al cliente. Estamos en contacto con Tori LaConsay y seguiremos dialogando con ella directamente", respondió H&M en su Facebook a un mensaje de la internauta Danielle Eisenbacher, que incitaba a la marca a reconocer su error y pedir perdón.
