Parece que la época del brainstorming ha pasado a mejor vida. La nueva técnica creativa para la generación de ideas se llama brainswarming y está basada en la comunicación de las hormigas, silenciosa pero efectiva.
Tony McCaffrey, CTO de la startup Innovation Accelerator, dice que el brainstorming puede llegar a ser improductivo e incluso incómodo para aquellos empleados más tímidos, inhibiendo así la verdadera creatividad.
McCaffrey asegura que no ha habido un solo estudio que haya demostrado la eficacia del brainstorming desde que se acuñó el término en 1953. A través de una investigación propia él ha inventado una nueva técnica para la generación de ideas a la que llama brainswarming.
“En primer lugar, ¿por qué necesitamos hablar?”, se pregunta McCaffrey en un vídeo que ha realizado para Harvard Business Review.
El brainswarming se basa en la forma de comunicación que emplean las hormigas y su método para resolver problemas.
Cuando buscan comida, las hormigas dejan restos de feromonas para que otras hormigas puedan seguir el rastro. Es una forma eficaz de llevar a la colonia de hormigas hacia las fuentes de recursos sin necesidad de perder tiempo o crear confusión.
¿Cómo se hace un brainswarming?
Para empezar, escribiremos en un trozo grande de papel la meta que queremos alcanzar o el problema que necesitamos resolver. Dejaremos que el resto del equipo, en silencio, escriba diferentes formas de afrontarlo con los recursos de la compañía en mente.
Una vez que se hayan encontrado los recursos adecuados, habremos dado con la solución.
Este vídeo de McCaffrey explica los diferentes puntos clave para una buen brainswarming: