Roberto Baños compartió muchas horas de tertulia y café con uno de los empresarios españoles más polémicos. El Sr. Ruiz-Mateos, falleció ayer a los 84 años de edad, pero el ex-director del Hotel Cuzco ha querido rendir homenaje a su persona, sin entrar en juicios de valor sobre su vida empresarial.
"D. José María fue un adelantado a su tiempo”. Así ha comenzado Baños al preguntarle por Ruiz Mateos. "Hizo mucho por el Turismo Español, cuando fundó por primera vez su cadena Hotelera Hotasa, al igual que otros empresarios habían también apostado por esta industria”. Su holding, entonces considerado el más grande de Europa, apostó por el Turismo y preparó su estrategia de Marketing en base a la captación de clientes para llenar sus hoteles de nuevos huéspedes, tanto en España como en el extranjero.
El ex-director del Hotel Cuzco nos ha aportado una visión de Jose María como persona."Muchos sólo conocían su faceta desde el punto de vista empresarial, pero él era un hombre tremendamente humano", ha confesado Roberto. “Valoraba la fidelidad, los recursos humanos de un negocio eran para él lo más importante”. Baños ha apuntado que para Ruiz-Mateos que un empleado llevase muchos años trabajando en el hotel era un valor añadido, porque daba por sentado que se sentiría como en casa; y a su vez lo transmitiría al cliente. Solía decir que a ese empleado le dolía más si un vaso se rompía, o una cama tenía arrugas en la sobrecama que si fuese un empleado externo contratado a tiempo parcial o eventual por un periodo concertado.
"Le aplaudo por cómo trataba a sus empleados y como se dirigía a las personas". Según nos cuenta Baños, en el ámbito personal era un hombre sencillo, amable, educado, sensible, escuchaba con atención a cualquiera y dejaba opinar para luego sacar sus propias conclusiones y, una vez examinadas, decidirse.
Quizás incluso los nombres con los que bautizó a varios de sus hoteles reflejan la sencillez y a la vez la creatividad en cuanto a la innovación de este empresario andaluz: Hotel Las Palomas, Los Patos, Los Pelícanos, Los Mirlos, Los Gorriones … ”podría haberlos llamado Gran Imperial, Royal, Ambasador … pero decidió darles alas y poner a la mayoría nombre de aves”. Apostó por una estrategia hotelera muy eficaz. Sus hoteles eran muy "coquetos", estaban muy limpios, su diseño era moderno y a la vez acogedor, y siguió la premisa de que siempre "es mejor tener un buen cuatro estrellas que un mal cinco”.
Como anécdota innovadora en el sector, que Baños ha dicho no haber vuelto a ver en su vida laboral, nos ha contado que la fiesta de inauguración de uno de los hoteles de Ruiz-Mateos fue ofrecida a los invitados en la sala de máquinas del Hotel, “sector que cuidaba con esmero siempre y del que se sentía muy orgulloso”. En palabras de Roberto, “decía que quería mostrarle al cliente hasta el rincón más oculto del hotel”. Una acción que, sin duda, dio credibilidad a sus proyectos.
Una estrecha relación entre Director y Cliente
Roberto Baños coincidió con Jose María Ruiz-Mateos durante 15 de los 31 años en los que ejerció como Director del Hotel Cuzco. Ya para entonces el empresario había sido expropiado de todos sus bienes por parte del Gobierno, llenando cientos de periódicos de todo el mundo por su magnitud e importancia, siendo sus hoteles confiscados junto con incontables empresas.
En esta segunda etapa Jose María Ruiz-Mateos, intentó resurgir fundando Nueva Rumasa. Los hoteles también tuvieron especial relevancia en sus negocios. Contrató, adquirió o gestionó nuevos hoteles ya no tan punteros como los anteriores. “Se trataba de hoteles vacacionales en los que me consta que no se despidió a ningún trabajador aún después de que los Comités de Empresa le apuntaran quiénes eran los empleados conflictivos”, ha comentado.
Asimismo, Baños nos ha confirmado que el personal de su hotel apreciaba mucho a Jose María, "todos querían atenderle porque les trataba con cariño y no miraba a nadie por encima del hombro”. Incluso en dos ocasiones quiso asistir a la fiesta de personal que tenía lugar en el mes de diciembre.
Con la muerte del empresario andaluz, Roberto se siente triste por la manera en que ha dejado de existir. "Ha tenido una vida muy difícil y ha sido la única persona expropiada en este país“.
“Ha muerto un hombre de bien, que tenía piedad de la gente, un hombre con unos valores muy peculiares y que dio la cara hasta que su mente dejó de funcionar al 100% y se produjeron hechos conflictivos, que no soy quien para juzgar”. Así ha caracterizado Roberto al Sr. Ruiz-Mateos.
”Fue todo un innovador para su tiempo, un señor muy amable, capaz, que tenía gancho, gracioso orador de discurso asimétrico, un hombre de palabra, nada ostentoso, que se ha ido sin que nadie a nivel gubernamenta, le tendiera una mano en su particular via crucis”. Además, el ex-director ha confesado que le consta que Ruiz-Mateos se ha ido con la pena de no haber podido cumplir con la devolución de los famosos pagarés que sacó a un alto interés, dejando su honorabilidad en entredicho.
El Sr. de la habitación 501
Durante un tiempo utilizó una habitación normal del hotel hasta que más adelante se cambió a una pequeña suite, la 501; compuesta por una salita previa al dormitorio, la cual usaba para aseo personal, para celebrar alguna reunión con su abogado o bien para descansar. Pero, “no dormía en el hotel, por la tarde se marchaba a su domicilio en Somosaguas. Tenía la habitación alquilada por la cercanía del Hotel a los Juzgados de Plaza Castilla".
Baños ha hecho memoria con nostalgia de muchas de las costumbres del empresario."Cuando comía en el Hotel Cuzco, siempre se sentaba en la misma mesa, en la silla que su respaldo apoyaba al granito de la pared". Quizás se sentía seguro porque sabía que a sus espaldas no había nadie. "Solía pedir platos de cuchara para comer y antes había comenzado a hacer apetito con un vaso de fino”.
El hombre que compró el Rayo Vallecano
Por todos es sabido que ser Presidente de un Club de Fútbol abre muchas puertas en los negocios y se pueden aprovechar las sinergias que proporciona el cargo. Baños ha recordado con especial cariño el momento en el que el Ruiz-Mateos estaba decidido a comprar el Rayo Vallecano. "Lo tenía todo planificado, no dejaba nada al azar. Yo me enteré que iba a fichar a Hugo Sánchez porque comió con él en la cafetería y vi el monto del contrato y pormenores escritos en una servilleta de papel", ha desvelado.
“Gracias a la confianza que me dispensó, en las conversaciones que me hizo partícipe me confió muchos de sus proyectos, negocios, problemas y satisfacciones familiares... Podía haberse quedado quieto después de los sinsabores pasados, pero no quiso. Decidió seguir con su vida de emprendedor, reflotar su Nueva Rumasa y continuar haciendo lo que más le gustaba que era seguir emprendiendo”, ha apuntado Baños, quien opina que el gran error de su cliente estrella fue querer ser banquero. ”En el sector de la Banca le consideraba un advenedizo intruso y él lo sabía”, ha objetado.
Con estas declaraciones, Roberto Baños ha querido mostrarnos el lado más humano de un hombre al que le tocó vivir una vida intensa, azarosa y comprometida sobre todo en los últimos años de su existencia.
“Descanse en Paz Don Jose María Ruiz Mateos”.