Un vídeo porno en lugar de publicidad.
Esto fue lo que vieron los peatones que paseaban por la Calle Preciados de Madrid hace unos días cuando uno de los mupis de Clear Channel fue hackeado.
En lugar del anuncio que debía mostrarse, el mupi reprodujo durante unos minutos una escena de pornografía protagonizada por Ángel Mejías, más conocido como Jordi, “El Niño Polla”.
El equipo de operaciones de Clear Channel ha calificado los hechos como algo muy inusual: “Gestionamos circuitos digitales desde hace 11 años y nunca se nos había planteado una situación similar”.
El hackeo de este mupi causó un gran revuelo tanto en redes sociales como in situ, en el momento en el que se empezó a mostrar el vídeo porno. De ahí que la pantalla fuera cubierta con una manta por la Policía y se diera aviso a los Bomberos para que intentaran desconectarla.
Cómo llegó un vídeo porno a un mupi de Clear Channel
Días después de lo ocurrido, la empresa ha explicado el hackeo y cómo llegó un video porno a uno de sus mupis: “Un usuario interactuó con el dispositivo para acceder a la barra de navegación y y desde ahí tuvo acceso a cualquier URL. Entonces sustituyó las imágenes que debían emitirse por las de una página de contenido para adultos”, explican fuentes de Clear Channel.
Concretamente, la URL que el hacker colocó en el mupi era de Pornhub.
¿Habrá sido el mismo Niño Polla quien pirateó la pantalla para hacerse autopromoción? Es probable.
Y es que la propia empresa emplea un término bastante cercano para explicar el hackeo: “No sabemos exactamente cómo actuó el usuario sobre el mupi, pero debió manipular la pantalla trasteando”, dicen desde Clear Channel.
Manipulación no autorizada de pantallas de publicidad
La barra de navegación en este tipo de pantallas de publicidad siempre debe estar bloqueada. Por eso, tras el hackeo, el equipo de operaciones de Clear Channel reactivó el bloqueo “para evitar que la manipulación se repita”.
Tardaron 15 minutos en solucionar la situación desde que recibieron el aviso de la Policía pero la duda es, ¿por qué no aplicaron medidas de modo preventivo?
“No había forma de preverlo”, alegan desde la empresa. “Se ha tratado de un mal uso excepcional del medio, que ya se ha solventado y zanjado para futuro”.
Pero no es la primera vez que se manipula sin autorización una pantalla digital de publicidad. A finales de 2017 Ópticas Navarrete (Ciudad Real) era víctima de un hackeo en su Smart TV, donde aparecieron imágenes pornográficas en lugar del vídeo promocional que estaba programado. [Curiosamente Jordi, “El Niño Polla” es originario de Ciudad Real...].
En este caso, el hacker pudo acceder desde el móvil a la contraseña wifi del establecimiento y, desde ahí, cambiar los vídeos promocionales por imágenes de contenido sexual. Algo que encaja también con la definición de “trastear” ofrecida por Clear Channel para el caso de Madrid.
En cualquier caso, tal y como recalcan desde Clear Channel, este tipo de soportes “tienen un valor muy interesante para anunciantes y consumidores” pero situaciones como estas “no empañan el hecho de que los ciudadanos tengan claro el valor positivo que aportan”.
Eso sí, un poco más de atención en la seguridad de las pantallas de publicidad ayudaría a proteger ese valor.