Que levante la mano el que no se haya enterado de algo antes por las redes sociales que por otros medios. Que tu primo se casa, que tu vecina está embarazada o que aquel amigo de la infancia se ha mudado a Londres son solo algunos ejemplos.
Pero si esto pasa con la información más personal, imagina lo que puede ocurrir con las últimas noticias.
Las redes sociales no solo han creado un entorno en el que compartimos nuestro día a día. Estas herramientas se han convertido en el centro de un torbellino de información. Y es que nos enteramos de muchas más cosas por ellas antes que por otros medios.
Una idea que han sabido representar muy bien en Ogilvy Singapur en esta serie de gráficas:
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En el primer ejemplo, nos encontramos con que el Terremoto que asoló a China fue identificado en primer lugar por un usuario de Twitter. Exactamente una hora y diez minutos antes de que la CNN informara del suceso.
Lo mismo ocurrió con el asalto al escondite de Bin Laden y el nacimiento del heredero a la Corona de Inglaterra, con diferencias temporales de una hora y 43 minutos en el primer caso y hasta 14 horas y 26 minutos en el segundo.
Los terremotos se sienten antes en Twitter
Pero Twitter no solo fue más rápido que los medios de comunicación. En el caso del terremoto que sacudió Sichuan, la red social superó en velocidad a la organización del Gobierno de EEUU, encargado de supervisar estos casos.
De hecho, el Servicio Geológico de EEUU (USGS) tiene 2.000 sensores de terremotos. Pero no fueron suficientes. La razón es que la gran mayoría se basan en EEUU, lo que limita la capacidad del organismo para vigilar terremotos en el resto del mundo.
Entonces, ¿por qué no aliarse con Twitter?
Ante esta situación, la rapidez de Twitter se ha vuelto muy apeticible. Tanto que la USGS se ha asociado con la red del pájaro azul.
Pero no todo es tan fácil. Aunque millones de personas tuitean para alertar de los terremotos, esa información debe ser procesada para que sea útil. La USGS analñizó estos tuits y se dió cuenta de que la mayoría eran cortos y que los enlaces publicados eran menos susceptibles de provenir de usuarios que vivieran de primera mano el terremoto.
De modo que el organismo decidió filtrar los tuits con más de siete palabras y los que contenían vínculos. Un grupo de publicaciones que ha demostrado su eficacia para detectar terremotos a escala global.
Ahora, cuando algún usuario de Twitter comienza a publicar sobre un terremoto, la USGS recibe una alerta. Y es que tal es su efectividad que una répilica del terremoto de Chile fue detectada en un minuto y 20 segundos gracias a 14 tuits. En cambio, en el caso del terremoto de Napa (California) del año pasado, solo tardaron 29 segundos en detectarlo.
Y si sus sensores localizan un posible terremoto, si Twitter no lanza la alerta, se considera una falsa alarma.
Porque Twitter no miente, ¿no?